PSOE y C’s acuerdan la creación de un Estado Federal e imposibilitan a Iglesias el referéndum

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Hasta última hora el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos ha sufrido cambios. Lo comunicaban desde el partido de Albert Rivera tras mandar un primer borrador embargado hasta su anuncio. “Se volverá a enviar otro documento, el que habéis recibido ha sufrido cambios”, advirtieron. Titulado ‘Acuerdo para un Gobierno reformista y de progreso’ consta de 66 páginas.

Desde el PSOE apuntaban que Pedro Sánchez no cerraba la puerta a las izquierdas incluyendo ya en el título “de progreso” en referencia a las “fuerzas del cambio”, junto a “reformista” que lo utiliza siempre que habla de Ciudadanos.

En las cláusulas finales, Ciudadanos se compromete a aprobar la investidura de Pedro Sánchez siempre y cuando se cumplan las medidas propuestas que, claramente se verá a posteriori, mediante la siguiente fórmula: «Este programa de Gobierno reformista y de progreso es fruto del proceso de negociación entre el PSOE y Ciudadanos, acuerdo que implica el voto favorable a la investidura del candidato Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno. El cumplimiento leal por el Gobierno de las medidas contenidas en este acuerdo contará con el respaldo y apoyo de los grupos parlamentarios Socialista y de Ciudadanos que comprometen con la firma del mismo”.

Entre las medidas principales también se encuentra la limitación del mandato del presidente del Gobierno a ocho años consecutivos, reduciría a la mitad -de 20 a 10- los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), eliminaría los aforamientos de senadores y diputados en el Parlamento nacional y en los autonómicos y reduciría de 500.000 a 250.000 las firmas exigidas para presentar una iniciativa legislativa popular en el Congreso.

Supresión de las diputaciones

Rivera ha logrado imponer la eliminación de las diputaciones provinciales que serán sustituidas por consejos de alcaldes para la atención al funcionamiento y la prestación de servicios de los municipios de menos de 20.000 habitantes de la provincia respectiva. Algo por lo que algunos socialistas no pasan y ya se han producido las primeras críticas de manera velada desde Andalucía.

Según Ciudadanos no tendrá ningún coste laboral para el empleo público, aunque sí afectará a los cargos de confianza y de libre designación.

Además explican que el total de gasto de las diputaciones es de 25.000 millones de euros. “Estamos hablando de suprimir todo un nivel redundante de gobierno y de eliminar burocracia. España tiene demasiados niveles de gobierno”, añaden, e insisten en que con esta medida se podrá ahorrar unos 5.000 millones de euros.

Dejan fuera de esta propuesta las diputaciones forales y los cabildos insulares, porque se trata de estructuras diferentes, dicen, porque se eligen directamente por los ciudadanos y tienen unas especificidades y funciones también distintas a las provinciales.

El compromiso es que esto se aborde en el primer mes de la Legislatura. Sin embargo, la medida implica la reforma de la Constitución, para lo que necesitarían una mayoría de tres quintos del Congreso (210 votos) y del Senado (160), lo que hace necesario el apoyo del Partido Popular.

En donde no ha logrado su objetivo Ciudadanos es en otra de las medidas estrella con las que concurrieron a las elecciones del 20-D: la supresión del Senado. Si Sánchez abogaba por llevarlo a Barcelona, ahora ni lo uno ni lo otro. Se convertirá en una «estricta Cámara Territorial» y se rebajará el número de escaños a no más de 100, de los 266 actuales.

Rivera ha salvaguardado su honor incluyendo un párrafo a cola que reza que si en la reforma constitucional no se logra que la Cámara Alta se transforme en lo que el pacto plantea, «abogar por su supresión como Cámara de segunda lectura».

Cataluña

Sin embargo, ambas formaciones se han unido frente al referéndum en Cataluña propuesto por las izquierdas (Podemos, Compromís y las confluencias). Sánchez y Rivera apuestan por incluir la creación de un Estado Federal dentro de la reforma constitucional. Algo que sorprende a algunos cuando el líder de Ciudadanos solo basó su reforma territorial en reforzar las autonomías con competencias «claras» y una financiación «suficiente” durante la campaña electoral. Ahora suscriben al final del documento con un escueto “revisión del Título VIII y los preceptos conexos. Desarrollar concepto de Estado Federal”.

Pero lo que más ha llamado la atención del documento ha sido el veto impuesto por Sánchez y Rivera a las pretensiones de las ‘fuerzas del cambio’ y de imponer el referéndum en Cataluña. El texto indica que PSOE y Ciudadanos se comprometen “a oponerse a todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España”, dejando claro a Iglesias que si todavía quiere seguir negociando la propuesta del derecho a decidir no será una opción.

Parece que Sánchez ya ha elegido el camino que quiere seguir de cara a su investidura y los posibles compañeros de pacto, si es que suman, que de momento no. Iglesias y las confluencias ya habían dejado muy claro a los socialistas que no tenían líneas rojas pero el referéndum no se quita de la mesa de negociaciones asegurando que “si tienen otra propuesta mejor que la expongan”. Podemos ya reiteró que un modelo federal “no convencerá a los catalanes a quedarse en España e insisten en que tienen derecho a decidir”.

Y la reacción ha sido inmediata. Las reuniones a cuatro (PSOE, Podemos, Compromís e IU) se han roto. La afrenta ha sido demasiado para los de Pablo Iglesias.

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