Cinco veces más de valenciano: la respuesta del colegio al niño autista que pide clases en español
19 horas y media en valenciano, por cuatro en castellano (y de éstas, dos y cuarto en matemáticas). Es la ‘respuesta’ del colegio Nuestra Señora de la Esperanza de Crevillente (Alicante) a los padres de dos niños con autismo, que, por recomendación de los especialistas que les tratan, deben recibir enseñanza en castellano.
El caso, revelado por OKDIARIO, se ha convertido en representativo de la lucha de los padres de alumnos de la Comunidad Valenciana contra el ‘decretazo’ lingüístico del Gobierno autonómico. El plan, que vincula la enseñanza en valenciano a un mayor nivel de inglés, se encuentra suspendido de manera cautelar por el Tribunal Superior de Justicia. Sin embargo la consejería de Educación firmó un decreto, con opacidad y apenas unos días antes del inicio de curso, para saltarse la suspensión en el nivel de tres años. La consecuencia es que la mayoría de los centros se han adherido al nivel que imparte un mayor número de asignaturas en la lengua autonómica.
La historia de los dos pequeños, de 7 y 3 años, fue revelada por este diario, cuando su madre, María, dirigió una carta abierta a la asociación ‘Crevillente por la Libertad Lingüística’, en la que reclamaba enseñanza en castellano para sus hijos.
«Llevo meses viendo cada noticia y leyendo cada recorte de periódico acerca del plurilingüismo y sinceramente estoy cansada. Cansada de ver como intentan a toda costa meternos el valenciano, cansada de ver como nos ningunean a los padres, y cansada de que digan que los padres de los niños de tres años hemos podido elegir. No, señor Marzá, no hemos elegido nada», comenzaba la misiva.
La madre contaba cómo «desde el primer día de terapia» los expertos habían recomendado que hablasen a sus hijos en castellano «ya que debido a su condición tienen dificultades en el desarrollo y comprensión del lenguaje».
El hijo mayor ya acudía al centro, «el único cole que tenía educador» pero el problema se planteó este curso, cuando el pequeño, Eric, debía comenzar sus clases. El centro «sin contar con los padres y excusándose en que no tienen otra opción» ha implantado el nivel de valenciano avanzado, se lamentaba la madre.
«Por favor, que alguien me explique en que momento he elegido yo colegio y la lengua vehícular en la que estudia mi hijo pequeño. Mi hijo de tres años lleva desde los 11 meses en terapia, sus terapeutas me lo han dejado
claro, que ahora el niño tenga que estudiar en valenciano es contraproducente. Dile a un niño con grandes problemas de comprensión que ya sabe los colores, los números, las formas, las letras etc que el amarillo es groc, o que la letra m ahora es ema. Y todo porque a cuatro políticos se les ha ocurrido la genial idea de imponer el valenciano”, se quejaba en la carta. Pese a hacerse público su caso, el pequeño deberá acogerse al nivel del centro, y recibirá la enseñanza en valenciano.
«Esta mañana antes de marcharme a trabajar mi mujer me ha entregado el plan de estudios de mi hijo Eric de tres años. Es una de esas veces que me he sentido indefenso, frustrado e impotente», se ha lamentado el padre de los pequeños, Guillermo, en las redes sociales.
«No soy político, soy un simple trabajador que lucha por sacar a su familia hacia adelante-añade- Pero sí creo ser más coherente que estos políticos que solo miran por sus intereses y dejan de lado al pueblo. No les interesamos y si hay alguien que se queja es simplemente un daño colateral, así funciona esto».
Y termina: «Probablemente no consiga nada, pero déjenme decirles que no me van a callar, que seguiré protestando. Que no me parece justo que eliminen la línea castellana imponiéndonos la lengua valenciana».