Los psicólogos aconsejan que dos niños autistas estudien en castellano y la Generalitat valenciana lo impide
«Llevo meses viendo cada noticia y leyendo cada recorte de periódico acerca del plurilingüismo y sinceramente estoy cansada. Cansada de ver como intentan a toda costa meternos el valenciano, cansada de ver como nos ningunean a los padres, y cansada de que digan que los padres de los niños de tres años hemos podido elegir. No, señor Marzá, no hemos elegido nada». Así comienza la carta remitida por la madre de dos niños de Crevillente (Alicante), a la asociación ‘Crevillent por la Libertad Lingüística’, en forma de denuncia de su situación por la aplicación del ‘decretazo lingüístico’ del Gobierno tripartito de Ximo Puig (PSPV) y Mónica Oltra (Compromís).
La historia es la siguiente: los hijos de María, de 7 y 3 años, son autistas. «Desde el primer día de terapia todos sus terapeutas nos han recomendado que hablemos a los niños en
castellano ya que debido a su condición tienen dificultades en el desarrollo y comprensión del lenguaje», explica en la misiva, a la que ha tenido acceso OKDIARIO.
En su día, María y su marido escolarizaron al mayor de los hermanos en el colegio Nuestra Señora de la Esperanza de Crevillente, un centro que dispone de los apoyos pedagógicos necesarios para su trastorno «y el único cole que tenía educador», aclara ella.
«No me importó, me parecía un buen colegio y me habían hablado muy bien», cuenta. Pero el problema llega este curso, cuando el pequeño empieza a ir al cole. El centro «sin contar con los padres y excusándose en que no tienen otra opción» ha implantado el nivel de valenciano avanzado, el itinerario en el que la mayoría de las materias son impartidas en la lengua autonómica.
En mayo, el polémico decreto del plurilingüismo valenciano-que vincula la enseñanza en esta lengua al inglés, de forma que solo los alumnos que elijan el nivel con más horas recibirán al final de sus estudios un certificado en idioma extranjero-fue suspendido de forma cautelar por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). Pese a ello, el Gobierno regional siguió adelante con sus planes, y, apenas diez días antes del inicio del curso escolar, aprobó in extremis un decreto que permitirá su aplicación en Infantil (tres años). El procedimiento, ideado con opacidad según los padres valencianos, solo podría ser recurrido por el Gobierno o por 50 diputados o senadores.
«No entiendo como siendo un colegio de integración al que acuden muchos niños con dificultades no ponen un nivel mas bajo de valenciano. ‘Es lo que hay, no podemos hacer nada’, me dicen, ‘todos los colegios que tienen dos líneas están obligados a cogerse el nivel avanzado’. Mentira», reprocha.
Un viacrucis en busca de centro
Esta madre cuenta cómo se puso en contacto con el centro escolar para que evaluasen las dificultades de su pequeño de tres años para ver los apoyos necesarios antes de matricularlo en el colegio. El diagnóstico no dejó dudas: como en el caso de su hermano mayor, era necesario un educador.
A partir de entonces, empieza el viacrucis, en busca de un colegio adaptado a las necesidades de sus hijos: «Hablo con la directora y lo dejo claro, no quiero el nivel avanzado de valenciano, quiero llevarme a mis hijos a Elche. Les menciono cuatro colegios de Elche a los que sé que por sus necesidades mis hijos estarían bien atendidos y no tendrían que estudiar en valenciano. Me dejan claro que no es posible. Me niegan Elche porque no vivimos allí y ninguno de los padres trabamos allí. Pregunto por Almoradí que es la población donde trabajo, me dicen que no hay colegios que puedan atender a mis hijos. Me enfado. Me ofrecen como posiblilidad Torrellano que es donde está situada la empresa en la que trabaja mi marido, pero que no saben si podrán cambiar a mi hijo mayor. Les explico que Torrellano no es viable. Que la empresa de mi marido está en Torrellano pero que él trabaja por toda la provincia».
Finalmente, sin otra opción, decide matricular a su hijo en el colegio en el que estudia su hermano «y claro, en nivel avanzado de valenciano».
Según figura en el decreto suspendido, la elección del itinerario-nivel básico (con menos horas en valenciano), intermedio y valenciano-es decisión del Consejo escolar. Numerosos padres han denunciado, sin embargo, las presiones de la propia consellería para suprimir la línea con más horas en castellano, incluso, mediante un filtro del sistema informático que impedía esa elección.
«Sus terapeutas dicen que es contraproducente»
«Por favor, que alguien me explique en que momento he elegido yo colegio y la lengua vehícular en la que estudia mi hijo pequeño. Mi hijo de tres años lleva desde los 11 meses en terapia, sus terapeutas me lo han dejado
claro, que ahora el niño tenga que estudiar en valenciano es contraproducente. Dile a un niño con grandes problemas de comprensión que ya sabe los colores, los números, las formas, las letras etc que el amarillo es groc, o que la letra m ahora es ema. Y todo porque a cuatro políticos se les ha ocurrido la genial idea de imponer el valenciano», se queja abiertamente.
«Que ¿Cómo podemos negarnos a que nuestros hijos apredan tres idiomas? Dirán aprender el valenciano y tener conocimientos básicos de inglés y de castellano. Toda mi generación estudiaba el valenciano únicamente como asignatura y todos lo hemos aprendido. Espero que esto se solucione, que no nos engañen diciendo que es este año sólo. No somos tontos, si nadie le para los pies a este señor tarde o temprano y de una manera u otra impondrá el valenciano en todos los cursos», advierte.
«Una dictadura»
«Señor Marzá no se escude en que es el PP el que quiere frenar sus planes, no es el PP, somos los padres. Con el anterior modelo podíamos elegir, es lo único que pedimos libre elección de la lengua vehicular en la que estudian nuestros hijos. No nos gusta la imposición. Me parece increíble su forma de actuar después de como critican la dictadura. Ustedes hacen lo mismo», concluye.
En conversación posterior con este diario, María aclara, además, que su situación es la que viven este curso todos los padres de niños de tres años obligados a escolarizar a sus hijos en valenciano. En contra de sus deseos, y además, como es su caso, de los consejos de los especialistas.
El decreto fue polémico desde su aprobación y objeto de numerosos recursos, entre ellos, de la Diputación de Alicante (PP), sindicatos y colectivos de padres.
El texto, según la Justicia, «discrimina a los alumnos que optan por una enseñanza mayoritariamente en castellano frente a los que eligen el valenciano» como lengua vehicular, ya que éstos últimos reciben «más horas de docencia en inglés». «Hay una evidente diferencia de trato entre el valenciano y el castellano que tiene una clara incidencia», debido a la acreditación final en idioma extranjero, se dice en la sentencia.
El decreto fue aprobado por el Gobierno valenciano en enero bajo la justificación de «corregir los desequilibrios de competencia y uso del valenciano en el conjunto de la población escolarizada y la falta de dominio efectivo del inglés como lengua de comunicación internacional».
Incentivos al valenciano
Sin embargo, se establecía una clara discriminación positiva hacia el valenciano, ya que, si se elegía la enseñanza en esta lengua, correspondía al alumnado más horas de inglés. El decreto llegaba a contemplar ‘incentivos’ para los centros que optasen por el valenciano, como se recoge en el artículo 15: «Serán consideradas acciones preferentes de la conselleria competente (…) las actuaciones realizadas en centros que apliquen el Programa a alumnado mayoritariamente no valencianohablante de los niveles Avanzado 1 y Avanzado 2». Los centros, se admite, recibirán «recursos adicionales» y además sus profesores serán «incentivados».
Se da la circunstancia de que el consejero de Educación, Vicent Marzà, está muy vinculado a Escola Valenciana-de la que fue activista-una asociación que promueve la ‘catalanización’ de esta comunidad.