Las ventas de las grandes empresas confirman la desaceleración y alertan sobre el futuro del empleo
Las ventas de las grandes empresas ya se están contagiando de la debilidad de la economía española. Aunque siguen creciendo, lo hacen a un ritmo inferior al que se producía al comienzo de año, mostrando claramente que la actividad se encuentra sumergida en un proceso de desaceleración. Las ventas dentro de España son las que se están viendo más acusadas, mientras que las exportaciones a otros países de la UE están salvando, de momento, los muebles.
Las ventas totales de las grandes empresas han crecido un 1,9% en el arranque del tercer trimestre de 2019, frente al crecimiento del 2,7% registrado en el inicio del año. Asimismo, las ventas interiores de las compañías de mayor tamaño están repuntando un 1,5%, frente al avance de más del 2% registro en el arranque del ejercicio (concretamente, del 2,6% entre enero y marzo).
Aunque la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quita importancia en público a la situación económica, habla de la fortaleza del crecimiento y llega incluso a decirle a las comunidades autónomas que no deben optar por la austeridad, el informe de la Agencia Tributaria (un organismo que depende de ella) es mucho menos optimista: “Se mantiene, en cualquier caso, la tónica de moderación que comenzó unos meses atrás”, recuerda el documento al hablar de las ventas de julio de las grandes empresas.
Y el informe prosigue con un tono nada optimista: “En julio las ventas interiores crecieron a un ritmo del 1,5%, mejor que en los dos meses precedentes, pero, como en las ventas totales, significativamente menos que en el comienzo del ejercicio. Por destino, en el consumo el resultado de julio estuvo muy por debajo de los aumentos en mayo y en junio. Como ya se dijo el mes pasado, hasta ese momento, y en comparación con el primer trimestre, se podía hablar de cierta estabilidad por el buen dato de mayo; en cambio, con la nueva información, si se promedian los cuatro últimos meses, el crecimiento es alrededor de medio punto inferior al de ese primer trimestre. Con diferente intensidad a la del consumo, también en los bienes y servicios de inversión los dos últimos datos estuvieron de las tasas que habían mostrado estas ventas hasta mayo, en particular en equipo y software”.
Las exportaciones de las grandes corporaciones repuntaron un 3,9% en julio, una décima más que en junio. La razón: las ventas a países de fuera de la UE repuntaron un 6%, frente al avance del 4,1% de junio o del 4,1% de mayo. En cambio, las exportaciones dentro de la UE han pasado de crecer un 4,9% en mayo, a avanzar un 2,4% en junio y a repuntar un 1,9% en julio, una senda de ralentización muy clara acorde a los malos datos que se observando, por ejemplo, en la locomotora europea.
Mientras tanto, los perceptores de rendimiento del trabajo de las grandes compañías (un indicador fiscal que aproxima la evolución del empleo asalariado en el país) aumentó en julio un 2,5%. Es la tasa más baja registrada desde que comenzó el año, ya que ha llegado a estar porn encima del 4% en abril.
La encuesta de ventas, empleo y salarios en las grandes empresas se elabora en el seno de la Agencia Tributaria midiendo el IVA que pagan las compañías y las retenciones del IRPF que practican a sus empleados. Las empresas encuestadas (las que facturan más de seis millones de euros) son esenciales para medir la actividad económica futura ya que su facturación representa el 60% de lo que venden todas las empresas en España, lo que lleva a los economistas a utilizar estos datos para anticipar tanto futuras crisis como periodos de expansión económica.