Vejaciones y zarandeos: el escrache de los sindicalistas de Coca-Cola a De Quinto puede salirles muy caro
Sábado 30 de septiembre de 2017. Cuenca. Un grupo de manifestantes ataviados con camisetas rojas, gorras, pitos, megáfonos y bocadillos acude también a la Catedral con intención de manifestarse en contra del novio De Quinto, a quien acusan de ser responsable de haber diseñado el ERE.
Sábado 30 de septiembre de 2017. En una apacible tarde del inicio del otoño, la ciudad de Cuenca vivía el acontecimiento social del año: la boda del ex presidente de Coca-Cola en España y ex vicepresidente mundial de la compañía en Atlanta, Marcos de Quinto -hoy diputado de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados-, con su flamante novia, la soprano brasileña Angelica de la Riva. Todo había sido planificado durante meses hasta el más mínimo detalle, pero la ceremonia religiosa, para la que se eligió un escenario único como la Catedral de Cuenca, no surgió como se esperaba.
Un grupo de manifestantes ataviados con camisetas rojas, gorras, pitos, megáfonos y bocadillos acude también a la Catedral con intención de manifestarse en contra del novio De Quinto, a quien acusan de ser responsable de haber diseñado el ERE que la compañía presentó en 2013 y en el que salieron casi 1.000 empleados de las embotelladoras que trabajan para la multinacional de forma exclusiva.
Aquí puede verse alguno de los vídeos que se grabaron en esa jornada de hace más de dos años:
Más de esta tarde/noche con @cocacolaenlucha #Cuenca pic.twitter.com/wsEEuOUgYp
— Inés Luján (@ineslujan) September 30, 2017
De Quinto denunció a los asistentes por coacciones e injurias y el auto de apertura de juicio oral ha tardado más de dos años, no tanto por la propia instrucción del caso, que fue más corta, sino porque fue previamente archivada, recurrida en Audiencia Provincial y reabierta. Ahora, la jueza observa posibles delitos que suman penas de más de cuatro años para tres sindicalistas, dos hombres y una mujer, que fueron los que blandieron el megáfono en varios momentos de la boda.
Según el letrado de Marcos de Quinto, Alberto Blanco, «uno de los elementos esenciales que considera la jueza es que Marcos no era político ni era el dueño de la embotelladora donde se hicieron los ERE». El texto del juez recoge las declaraciones de los testigos en las que manifiestan que se profirieron insultos como «hijo de puta, la novia tiene mucha nuez, terrorista». Marcos de Quinto considera que hubo intención de vejarle a él y a su familia.
En un momento también referencia el auto judicial que los manifestantes consiguieron saltarse el cordón policial y según algunos testigos llegaron a zarandear el coche nupcial y a pegarle pegatinas, lo que aportó un momento de tensión que los demandantes consideran que se va a tener en cuenta.
De Quinto se justifica
Otra de las justificaciones que ha tenido en cuenta la jueza era que Marcos de Quinto no era el responsable directo de los trabajadores que se manifestaban. De Quinto acababa recientemente de desvincularse definitivamente de Coca-Cola Inc. tras más de dos décadas de relación profesional. Por su parte, los empleados de Fuenlabrada realmente venían de la antigua Casbega, denominada después Coca-Cola Iberian Partners y posteriormente European Partners (CCEP), una empresa exclusiva para embotellar productos de Coca-Cola compartida por la multinacional de Atlanta y otros muchos accionistas, de los que la más destacada es Sol Daurella.
Precisamente la que era por entonces una de las manos derechas de Daurella, Víctor Rufart, sí que acudió a la boda y también fue escracheado.
En el último auto se ha recogido además un delito agravante que no es muy común, y es el «delito de sentimiento religioso». Según cuentan a este periódico fuentes jurídicas, fue la hoy mujer de De Quinto, Angélica de la Riva, quien con su declaración justificó, para los letrados, la inclusión de este delito. Según testigos, no se oía en la ceremonia otra cosa que el ruido de los megáfonos en medio de insultos muy graves hacia De Quinto y su mujer.
«¿Por qué se les autorizó?»
Fuentes próximas a Marcos de Quinto esperan que haya una condena pero no desean la entrada en prisión de las personas encausadas, dos hombres y una mujer, por tres presuntos delitos. Además, se plantean que «fue un absurdo» que la Subdelegación del Gobierno autorizara una manifestación en medio de la Catedral cuando habían avisado de sus intenciones.