Transporte

Uber y Cabify afrontan la crisis con la demanda del sector en sólo un 25%

En el sector del transporte urbano nadie está feliz ahora mismo. Free Now y los socios de Uber y Cabify que poseen las licencias VTC también están afrontando una actividad más de un 70% inferior a lo habitual.

Anuncios de Cabify
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La sede social de uno de los principales socios de Uber en Madrid ofrece estas semanas una imagen inédita. Una sucesión de decenas de vehículos negros se apiña uno con otro hasta desbordar el espacio disponible en el ya de por sí amplio parking del edificio, localizado en una zona industrial en el extrarradio de la ciudad. Una imagen vale más que mil palabras: las empresas de VTC están, al igual que los taxis, en una parálisis dramática de su mercado.

Diversas fuentes del mercado de transporte urbano coinciden en que las distintas empresas del sector están trabajando a un 25% de su demanda normal. Esto supone que en Madrid hay aproximadamente 2.000 coches con licencia VTC circulando, de los 8.000 que había anteriormente a la pandemia, mientras que en Barcelona, con cifras mucho menores, se cifra en aproximadamente 300 autorizaciones de vehículos de transporte con conductor (VTC) las que se encuentran circulando cuando en los últimos meses antes del covid-19 solía haber unas 2.500.

En esta imagen puede verse el parking lleno de una de las empresas de VTC, con vehículos que en condiciones normales estarían por la calle.

Estas cifras hacen que actualmente, y teniendo en cuenta la estructura de costes de las plataformas tecnológicas que permiten el transporte a través de apps (Uber y Cabify son las dos que operan con VTC), se haya complicado hasta convertirse en imposible obtener la rentabilidad.

Cabify presentaba hace meses el primer beneficio operativo de su corta historia, relativo a 2019. La empresa fundada en 2011 por Juan de Antonio cerraba el año con más de ocho millones de ebitda. Sin embargo, tendrá difícil repetirlo este año, ya que el volumen de su facturación ha caído de forma dramática por la reducción de viajes tanto en España como en Iberoamérica, donde opera en mercados como México o Brasil. Precisamente Cabify estaba teniendo problemas a la hora de conseguir más compromiso de su principal accionista, los japoneses de Rakuten Ventures, y la pandemia no viene a ayudar a una situación de necesidad de financiación a una marca que, hasta el momento, lideraba el mercado español.

Cabify asegura que está por encima del 25% de la demanda habitual

Este periódico se ha puesto en contacto con fuentes oficiales de Cabify, que no han definido cuál es la caída de la demanda con la que están funcionando actualmente, pero han asegurado que están considerablemente por encima del 25% de la demanda.

Problemas para Uber

No están mucho mejor las cosas para Uber, que tiene la ventaja de que posee un tamaño mayor que Cabify y que está cotizada, con las ventajas a la hora de encontrar financiación y liquidez que todo ello facilita. Sin embargo los datos publicados por el gigante californiano en la CNMV de Estados Unidos (la Securities and Exchanges Commision, SEC) no permiten dudar: los ingresos por viajes han caído un 75%, pasando de facturar 12.188 millones de dólares en el segundo trimestre de 2019 a superar con poco los 3.000 millones. La principal división por ingresos, movilidad de personas, ha dejado súbitamente de serlo y ahora Uber es sobre todo una empresa que depende de los envíos de comida a domicilio.

Este periódico se ha puesto en contacto con fuentes oficiales de Uber sin obtener respuesta.

En España, algunos de los socios de Uber, que son quienes poseen las licencias -al contrario que Cabify, que tiene muchas autorizaciones VTC en su balance- mandaron a casi toda la plantilla a un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE). Actualmente, su objetivo es negociar con la banca acreedora para pedir flexibilidad a la hora de devolver el dinero que pidieron prestado para hacerse con las autorizaciones VTC. Moove Cars, Auro New Transport y Vector Ronda Teleport son las tres empresas españolas que concentran tres cuartas partes de las autorizaciones VTC. De estas tres, Vector Ronda es propiedad de Maxi Mobility (Cabify).

Ares Capital, empresa del grupo Moove Cars, está realizando todo tipo de ajustes para tratar de minimizar pérdidas, según informó ‘Business Insider’.

Precisamente este sector es todo lo contrario al de los taxis en este aspecto: si las más de 60.000 licencias de taxi están en la mayoría en manos de autónomos, las 15.000 licencias VTC están concentradas en muy pocas manos, que las adquirieron además a crédito.

Free Now y los taxis

Con respecto a la tercera plataforma del mercado español, Free Now, especializado en taxis pero que no renuncia a los viajes con VTC, también publicó hace escasos días unos datos que dan ejemplo de cómo se ha reducido su mercado.

Según informó Daimler (propietario al 50% de Free Now junto con BMW), «los servicios de Free Now continuaban creciendo hasta febrero de 2020, y desde entonces hemos visto una notable caída en la demanda de movilidad que nos ha llevado a 43 millones de transacciones en el segundo trimestre, un 70% menos que en el mismo periodo del año pasado». La cifra de nuevo se repite: entre un 70% y un 75% ha caído la movilidad urbana según las plataformas.

La crisis sanitaria originada por el Covid-19 está afectando de forma directa a la movilidad en nuestras ciudades. El confinamiento, la desescalada y ahora los rebrotes han provocado un descenso de los movimientos urbanos que afectan al transporte, en general, y a todos los actores implicados en particular. Indudablemente, estas circunstancias están teniendo un impacto mayor en aquellas ciudades que tradicionalmente tienen una alta actividad turística en verano.

Free Now: «Creemos que a final de año podríamos estar en niveles muy similares a 2019»

OKDIARIO ha contactado con Free Now sobre este tema y han reconocido que «lógicamente, los datos son inferiores a años anteriores pero hemos visto una recuperación constante de la actividad desde el comienzo de la desescalada. Con todas las reservas que una situación tan anómala e incierta conlleva, de seguir la dinámica general que hemos visto al finalizar el estado de alarma, creemos que a finales de año podríamos estar ya en niveles muy similares a los de 2019».

El verano está yendo mucho peor de lo esperado, y la vuelta de septiembre no se prevé mejor. Si la situación de escasa actividad se prolonga -y tiene todos los visos para hacerlo, con la suspensión ‘sine die’ de eventos masivos o la debilidad del turismo internacional- pueden venir curvas para el sector en la segunda mitad del año.

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