Trump mantendrá cerrada la Administración hasta que se levante el muro de México: los mercados, lastrados
El cierre parcial de la Administración de Estados Unidos (EEUU) alcanzó hoy su cuarto día consecutivo después de haber provocado fuertes caídas en los mercados y sin un acuerdo a la vista sobre los fondos que el presidente estadounidense, Donald Trump, reclama para su muro con México.
El Senado de Estados Unidos, que en este caso lleva el liderazgo para el presupuesto, se reunirá mañana a las 16.00 hora local (21.00 GMT) para tratar de reabrir la Administración, pero ni la Casa Blanca ni la oposición demócrata están dispuestos a ceder, por lo que el bloqueo podría prolongarse hasta enero de 2019.
«No puedo decirte cuándo el Gobierno va a reabrirse», reconoció hoy Trump en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca. «No (reabrirá) hasta que tengamos un muro, una valla, como quieran llamarlo. Lo llamaré como ellos quieran. Pero es todo la misma cosa. Es una barrera contra la gente que llega a nuestro país. Es una barrera contra las drogas. Hay un problema que se llama tráfico de personas, no vamos a dejar que eso suceda», afirmó.
Trump volvió a insistir en que el Congreso debe incluir en el presupuesto 5.000 millones de dólares para el muro, pero los demócratas siguen negándose a ceder y, por el momento, sólo están dispuestos a destinar 1.300 millones a la seguridad fronteriza, aunque con restricciones que impiden la construcción de la barrera.
Además, el presidente adelantó que en enero visitará algunos tramos de la verja fronteriza que separa a EEUU y México y que fueron construidos antes de que llegara al poder.
En un comunicado, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y la líder en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, afirmaron el lunes que el acuerdo es difícil porque la Casa Blanca no tiene una posición unificada y, cada funcionario, ofrece una visión distinta sobre lo que Trump podría llegar a aceptar.
Asimismo, los demócratas han acusado al mandatario de estar «sumergiendo al país en el caos», debido a sus ataques a la Reserva Federal (Fed), la reciente dimisión del general James Mattis como secretario de Defensa y el cierre de la Administración, que comenzó en la medianoche del viernes al sábado.
El parqué neoyorquino no opera hoy por ser Navidad, pero las bolsas de Tokio y Shanghái sufrieron el impacto del desplome que experimentaron el lunes todos los indicadores de Wall Street.
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street descendió el lunes más de 650 puntos, mientras que el S&P 500, el índice que agrupa a las mayores compañías cotizadas en EEUU, cayó por cuarta sesión consecutiva, en la peor Nochebuena de la historia.
De acuerdo con los analistas, las bolsas reaccionaron mal ante las conversaciones que mantuvo este fin de semana el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, con los directores de los seis principales bancos del país, incluidos Bank of America, Citigroup y JPMorgan Chase.
Según un comunicado del Tesoro, todos los directivos coincidieron en que tienen «amplia liquidez disponible para hacer préstamos a los consumidores, los mercados financieros, y otras operaciones de mercado».
Esa información, según el experto económico Neil Irwin, «causó más daño del que pretendía prevenir» porque, de repente, los inversores comenzaron a preguntarse sobre si debían preocuparse por la liquidez de los bancos, algo que no habían cuestionado hasta entonces.
El titular del Tesoro buscaba tranquilizar a los mercados, pero consiguió el efecto contrario.
Tampoco ayudó que, en medio de la jornada bursátil, Trump arremetiera contra la Fed, que consideró el «único problema» de la economía de Estados Unidos.
El mandatario cree que el gradual ajuste monetario defendido por la Fed amenaza la aceleración de la economía estadounidense y no ha dudado en criticar al organismo, rompiendo con el tradicional respeto que la Casa Blanca ha expresado por la independencia del banco central.
De hecho, Trump volvió a insistir hoy en que la Fed «está subiendo las tasas de interés demasiado rápido».
Según medios locales, el presidente estadounidense está enfadado por la subida de tipos de interés que decretó la Fed la semana pasada y ha llegado a valorar la posibilidad de despedir al presidente de la institución, Jerome Powell; aunque Mnuchin aseguró este fin de semana que Powell seguirá en su cargo.
A pesar de las caídas en bolsa, la economía de EEUU vive un buen momento con una tasa de desempleo del 3,7 %, en mínimos de casi medio siglo, y una inflación cercana a la meta anual del 2 %.