La textil American Apparel se rebela contra Trump y se lleva su producción a Centro América
Las amenazas de Donald Trump de poner aranceles a las empresas que no fabrican en EEUU están dejando de tener efecto. American Apparel ha decidido rebelarse contra las normas del republicano y su proteccionismo: abandona el ‘made in USA’ y se lleva la producción de camisas en América Latina. Es más, hoy mismo Christine Lagarde, líder del FMI, ha declarado que el proteccionismo comercial es un error y perjudicial para la economía global.
La compañía (polémica y de origen norteamericano) ha pasado por una época de gran crisis financiera, al menos hasta que fue comprada el pasado febrero por Gildan Activewear. Será la primera vez que la producción sale de EEUU en sus 28 años de historia.
Pues la nueva directiva ya ha tomado la primera decisión que, previsiblemente, le haga tener más de un conflicto con el Ejecutivo de Trump. La textil ha comenzado a fabricar sus camisas en Nicaragua y Honduras, comenzarán a distribuirse en suelo estadounidense este mismo verano.
De momento, las prendas que se van a fabricar en Centro América son las de su división wholesale, se desconoce si se llevarán la producción de todas sus colecciones. El grupo canadiense quiere buscar más público, de ahí la decisión de mover la producción a sus fábricas de Honduras y Nicaragua. Una decisión que abaratará la producción y, por ende, los precios de venta al consumidor.
American Apparel es una empresa 100% americana, sin embargo, la delicada situación de sus cuentas desembocó en una venta al grupo Gildan Activewear. Canadiense, para más señas. El Gobierno de Canadá está 100% de acuerdo con los acuerdos de libre comercio y así lo ha defendido en varias ocasiones, sobre todo tras la elección de Trump como presidente de EEUU.
La empresa textil American Apparel fundada por Dov Charney se vendió por 103 millones de dólares. A principios de año, la compañía tan americana despedía a casi 2.500 personas de sus instalaciones de Los Ángeles. Antes de comenzar el abismo, la firma de moda tenía en plantilla alrededor de 6.000 personas.
Tal como ha indicado Gildan, el comercio electrónico también pasa a ser competencia de la nueva compañía compradora. Ante esta rebelión contra America First de American Apparel, Charney (que fue expulsado de su propia empresa) ha anunciado que contraatacará. Asegura que va a levantar una nueva compañía llamada Los Angeles Apparel y contratará a al menos 200 empleados de la que era su empresa.
El FMI alerta de las nefastas consecuencias
Pero no solo las voces del textil se levantan contra el rechazo de Trump al libre comercio, hoy mismo ha sido Lagarde quien ha anunciado las nefastas consecuencias. Cree que esta postura pone en jaque a la economía mundial y alerta de que las rentas más bajas serán las más perjudicadas.
«Restringir el comercio sería una herida autoinfligida que interrumpiría la cadena de suministro, dañaría la producción mundial y provocaría la inflación de precios en los materiales de producción y los bienes de consumo», ha declarado la líder del FMI.
Y ha añadido que se necesita innovación y comercio, más comercio. “¿Por qué? Porque el comercio conduce a compartir la innovación y anima a las empresas a invertir en nuevas tecnologías y prácticas de negocio más eficaces”, concluye.
Angela Merkel también ha mandado hoy mensaje a Trump y su empeño proteccionista. La canciller, arropada por los responsables de las cinco principales organizaciones económicas internacionales, ha reivindicado el libre comercio y las soluciones coordinadas a nivel mundial frente al proteccionismo, el aislacionismo y el unilateralismo.
Merkel ahondó en otros problemas que, a su juicio, también requieren de soluciones coordinadas, como el cambio climático, las migraciones o la digitalización, una comparecencia en la que el nombre del presidente de EEUU no surgió hasta el turno de preguntas.