COYUNTURA ECONÓMICA

La subida de tipos castiga ya el consumo y la inversión, frena el PIB y entierra la euforia de Sánchez

La subida de tipos frena el PIB y entierra la euforia de Sánchez

La AIReF también anticipa un frenazo económico en el segundo semestre y un empeoramiento del empleo

Tipos PIB Sánchez
Subida de tipos Sánchez

La subida de tipos de interés está ya castigando de manera clara el consumo y la inversión, con el resultado de un frenazo del PIB que se dejará notar durante esta segunda parte del año y especialmente a lo largo de 2024. Estas evidencias  entierran la euforia del presidente en funciones, Pedro Sánchez, que lleva presumiendo hasta la fecha de que la economía española «va como una moto» y lidera el crecimiento europeo. Los datos vienen a demostrar lo contrario: que durante el quinquenio en el que lleva en el poder, y particularmente durante lo que se ha venido en llamar la era Covid, entre 2020 y 2022, el crecimiento del PIB español ha sido el tercero peor de la Eurozona, sólo por delante de Italia y de Alemania.

De acuerdo con una nota del Banco de España incorporada a su web, el endurecimiento de la política monetaria desde junio del año pasado habría reducido el crecimiento del PIB  en 2022 en 0,6 puntos. Sin embargo, dados los considerables retardos entre las subidas de tipos de interés y su efecto en la actividad, el impacto máximo se espera que se materialice a partir de este ejercicio. En particular, según las estimaciones realizadas por la institución que preside Hernández de Cos, la aceleración del rigor monetario reducirá el crecimiento del PIB en un punto en 2023 y en 1,2 puntos en 2024, antes de reducir su impacto hasta 0,3 puntos en 2025.

Según Manuel Balmaseda, economista jefe de Cemex, «así funciona la política monetaria». «Para moderar la inflación, es inevitable contener el consumo y la inversión, forzando a la baja la demanda. Son los costes inevitables de reducir el crecimiento de los precios, un objetivo que tiene un motivo muy bien justificado: lograr un marco de estabilidad que favorezca de nuevo un crecimiento económico sano». «La política monetaria consiste, de alguna manera, en destruir demanda, en reducir la capacidad para comprar bienes y servicios, pero todo este proceso, criticado por muchos políticos y visto sospechosamente en algunos ambientes económicos, se hace con el propósito de mejorar la coyuntura y alentar de nuevo unas expectativas favorables para lograr una evolución al alza de la actividad».

Cristina Herrero, presidenta de la AIReF
Cristina Herrero, presidenta de la Airef

A pesar de las declaraciones de Sánchez y también de la vicepresidenta Calviño, la desaceleración de la actividad es evidente. La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, se ha sumado a las previsiones del Banco de España de un frenazo económico en España en la segunda mitad del año «con mayor intensidad y anticipación» de lo esperado. Asimismo, proyecta una pérdida de dinamismo en el mercado de trabajo, es decir, un empeoramiento de las cifras del paro. El banco central español estima que el crecimiento del PIB pasará del 2,3% de este año al 1,8% en 2024, mientras que la inflación aún subirá hasta el 4,3% el próximo ejercicio.

Según ha señalado la presidenta de la AIReF, los elementos que sustentan esta detención del crecimiento ya se anticipaban antes del verano y ahora no solo se han confirmado, sino que también se ha añadido la subida del precio del petróleo. Entre los factores que provocarán la pérdida de fuelle de la economía en esta segunda parte del año, la señora Herrero ha señalado la persistencia de la inflación subyacente, el repunte en los precios del gas y del petróleo, el deterioro del comercio internacional y la traslación del endurecimiento de las condiciones monetarias (subida de tipos de interés) a la economía real. Según ha recordado, la nueva subida de tipos de interés, sumado a una ratio de deuda en España de en torno al 110% del PIB, sitúa a España «en una posición ciertamente vulnerable».

Los costes de la inflación

El aumento de la inflación, que en sus inicios se percibe como una suerte de ilusión monetaria, cuando todo el mundo aparenta ser más rico, acaba provocando unos efectos perversos a medio y largo plazo sobre la actividad económica. La renta real de las familias empieza a resentirse, la capacidad de compra cae, las ventas de las empresas disminuyen progresivamente y los costes de producción aumentan por la vía de unos salarios más elevados en un país como España que tiene problemas de mano de obra a pesar de registrar la tasa de paro más alta de la UE.

«Por eso hay que reducir y controlar la inflación a toda costa», apunta el economista José Luis Feito, que es miembro de la Junta Directiva de la patronal CEOE. Esta es la razón de que la subida de tipos sea finalmente beneficiosa, aunque frene el PIB y entierre el optimismo de Sánchez.

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