“La subida salarial del presidente de Mapfre es poco ética y una torpeza”
Pese a que Mapfre cerró 2016 con un beneficio un 9,4% superior al año anterior, su presidente, Antonio Huertas, consideró oportuno subirse el sueldo un 87%, pasando de los 1,45 millones de euros a los 2,72 millones que percibió en 2016. Desde la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC), aunque no representan a los minoritarios de Mapfre directamente, señalan que se trata de un movimiento “poco ético que denota torpeza”.
Según el informe anual de retribuciones que la compañía ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Huertas percibió 800.000 euros en 2016, en concepto de sueldo, otros 758.000 euros por retribución variable a corto plazo, y 1,15 millones por retribución variable a largo plazo. En total, 2,72 millones de euros.
Desde AEMEC, aunque reconocen que “desde el punto de vista jurídico todo está bien y no hay nada ilegal”, sí entienden que, por lo menos, suena mal: “Se puede hacer, pero se puede hacer en varios ejercicios, poco a poco. Hacerlo así de una tacada además de una torpeza es poco ético. Es una torpeza desde todos los puntos de vista”.
“Ese dinero, al final, se lo estás quitando a la propia compañía, a los accionistas, a la propia sociedad”.
“Ahí poco tenemos que decir, porque lo someten a aprobación de la junta, y pasa muchos filtros. Nosotros, cuando damos batalla, lo hacemos porque entendemos que se están incumpliendo las reglas del juego, y eso, la verdad por delante, no está pasando en Mapfre”, señala un abogado de AEMEC.
Bajo el punto de vista del experto, en estos caso, “quienes tienen que hacer algo son los accionistas, que tendrán que expresar su disgusto marchándose de la compañía, o diciendo que no les parece ético”. Además, desde la Asociación se muestran sorprendidos con esta decisión “porque en estas compañías que vienen de mutuas, venían con una cultura distinta, llevaban un adn un poquito más social. Porque una mutua es una compañía no mercantil, es como una cooperativa, pero, por lo que se ve, esta filosofía se ha perdido”.