La Seguridad Social se la denegó, pero terminó cobrando 2.890€ mensuales por incapacidad permanente
Un auxiliar de vuelo que ha logrado la pensión por incapacidad permanente tras serle denegada por la Seguridad Social
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El caso de un auxiliar de vuelo que ha logrado, a través de sus abogados, que la Seguridad Social le reconozca una incapacidad permanente total puede servir para que otras personas, que están graves y que no pueden trabajar, opten por luchar por lo que en realidad no deja de ser algo a lo que tienen derecho. Y es que, en muchos casos ante un «no» de la Seguridad Social las personas suelen asumir que ya no tienen opciones cuando en realidad no es así.
El caso de este auxiliar de vuelo ha sido explicado por el abogado Víctor Arpa en uno de sus vídeos en TikTok. Y en él, se refleja lo que muchos españoles experimentan cuando el INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) niega una prestación a la que tienen derecho. El hombre, que ya cobraba una pensión parcial por incapacidad total, vio cómo su salud empeoraba hasta el punto de no poder trabajar en ningún empleo. Sin embargo, el organismo insistía en que aún podía desempeñar otras tareas. Pero al final, la Justicia le ha dado la razón. Un juez reconoció su situación real y declaró que estaba totalmente incapacitado para cualquier actividad laboral. Gracias a esa resolución, este trabajador pasó de recibir poco más de la mitad de su base reguladora a cobrar 2.890 euros mensuales. Una diferencia que, en su caso, lo cambia todo.
La Seguridad Social denegó una incapacidad permanente que finalmente ha sido concedida
Todo empezó hace años, cuando a este auxiliar de vuelo le diagnosticaron un cáncer anal muy agresivo. Las cirugías y los tratamientos dejaron secuelas importantes: una ostomía permanente, dolor crónico y limitaciones físicas evidentes. Con ese cuadro, el INSS le concedió una incapacidad permanente total, es decir, no podía seguir en su trabajo habitual como auxiliar de vuelo, pero sí dedicarse a otra profesión. Por ello, su pensión equivalía al 55 % de su base reguladora.
Sin embargo, a los problemas digestivos se sumaron complicaciones cardíacas y, más adelante, un fallo renal que lo obligó a someterse a hemodiálisis tres veces por semana. Aun así, cuando pidió una revisión para que le reconocieran la incapacidad absoluta, el INSS volvió a negársela.
Una negativa que lo llevó a los tribunales
El argumento del organismo era el de siempre: podía realizar algún tipo de trabajo adaptado. Pero los informes médicos no dejaban lugar a dudas. Ante la negativa, decidió recurrir a la vía judicial con la ayuda de su abogado.
Según explica Víctor Arpa, no se trataba de un capricho, sino de una cuestión de justicia. «El hombre ya no podía desarrollar ninguna actividad laboral», relató. El proceso fue largo y exigente, con informes clínicos, peritajes y pruebas actualizadas. Sin embargo, el juez no tardó en verlo claro: su estado era incompatible con cualquier tipo de trabajo.
Una pensión íntegra y sin retenciones de IRPF
La sentencia lo cambió todo. De cobrar poco más de la mitad de su base reguladora, pasó a recibir el 100 %, es decir, 2.890 euros mensuales. Además, al tratarse de una incapacidad permanente absoluta, esa pensión está exenta de tributación en el IRPF, lo que significa que el importe llega íntegro a su cuenta.
Para muchos trabajadores en situaciones similares, esa diferencia puede suponer la frontera entre la dependencia y la estabilidad. El reconocimiento judicial no sólo valida el impacto físico de la enfermedad, sino también el desgaste emocional y personal que implica convivir con una dolencia que impide cualquier tipo de empleo.
Qué cambia entre incapacidad total y absoluta
Conviene recordar la diferencia. La incapacidad permanente total se concede cuando una persona no puede seguir desempeñando su profesión habitual, pero aún tendría capacidad para otros trabajos. En cambio, la incapacidad permanente absoluta se reserva para quienes no pueden realizar ningún tipo de actividad laboral.
El salto entre una y otra es grande. No solo en lo económico (del 55 % al 100 % de la base reguladora), sino también en las implicaciones personales. La absoluta reconoce que el trabajador necesita dedicarse a su recuperación y a su bienestar, sin la presión de reincorporarse al mercado laboral.
El papel de la Justicia en estos casos
Lo que demuestra una historia como la de este trabajador es que el sistema no siempre lleva la razón o de hecho, no siempre acierta. Las valoraciones del INSS suelen ser rígidas, pero no siempre reflejan la realidad médica de las personas afectadas. Por eso cada vez más abogados especializados recomiendan recurrir cuando una resolución parece injusta o incompleta.
En este caso, el juez consideró que los informes médicos eran claros y que el derecho a una vida digna debía prevalecer. No fue una victoria rápida ni sencilla, pero marcó una diferencia importante. De hecho, sentencias como esta sirven de referencia para otros trabajadores que atraviesan procesos similares y que, muchas veces, se sienten desamparados ante la administración.
@abogadovictorarpa INCAPACIDAD POR INCONTINENCIA FECAL #abogadolaboral #incapacidadpermanente #incapacidad #incontinencia ♬ Motivacional Conquistas – Bruno Purificação