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Santander tiene al alcance batir el récord de beneficios de Emilio Botín, si le deja el BCE

Banco Santander récord beneficios
Banco Santander récord beneficios
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Ana Botín puede batir este mismo año el récord histórico de beneficios de Banco Santander que consiguió en 2007 su padre: 9.060 millones. A la senda de recuperación de resultados hasta el tercer trimestre (ganó 5.849 millones) hay que sumar hasta mil millones más de liberación de provisiones en el cuarto trimestre, según anunció ayer. Una operación que tendrá que salvar las reticencias del BCE y el Banco de España, que siguen insistiendo en pedir prudencia a la banca.

Las provisiones son el dinero que apartan los bancos para cubrir la posible morosidad futura y restan del resultado (son pérdidas). Pero el Santander considera que en 2020 se pasó dotando provisiones por temor a la crisis de la pandemia; ahora ha mejorado su escenario económico y cree que «le sobran provisiones», en palabras de su consejero delegado, José Antonio Álvarez. Entonces puede liberarlas (desdotarlas) y computarán como beneficios.

Y eso es lo que pretende hacer la entidad en el cuarto trimestre. Eso implica añadir directamente entre 700 y 1.000 millones al resultado neto atribuido, que hasta septiembre alcanzaba 5.849 millones.

Además, falta el beneficio de los últimos tres meses de 2021, que seguramente superará los 2.100 millones: el banco ganó 2.074 millones en el segundo trimestre y 2.143 en el tercer. El cuarto históricamente siempre es mejor por la estacionalidad y, además, se supone que la recuperación económica mundial seguirá acelerándose. Si sumamos todo, las ganancias del Santander en el conjunto del año pueden alcanzar el citado récord de Emilio Botín.

La economía va mejor de lo que esperaban

Esta liberación de provisiones se explica porque su escenario económico ha mejorado «comparado con el que hicimos el overlay de provisiones hace más de un año», según Álvarez. El grueso de esta medida provendrá de Estados Unidos, donde su negocio principal es subprime (cuyas expectativas eran mucho peores que la realidad), y Reino Unido, donde Santander tiene una cartera hipotecaria muy grande que permite fuertes liberaciones, porque el precio de la vivienda no ha caído como esperaba el banco. 

Sin embargo, en España va a tardar más en atreverse a liberar provisiones, ya que aquí el Santander tiene un negocio de pymes mucho más importante, donde hay menos visibilidad por el impacto de la pandemia, y ha preferido ser «conservador». Aun así, su intención es tomar esta medida el próximo año porque «los niveles de provisiones en España son muy altos para lo que es normal, por lo que el año que viene bajaremos significativamente las provisiones en España».

El BCE puede poner pegas

La gran pregunta es cómo se van a tomar los supervisores esta liberación de provisiones cuando tanto el BCE como el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, insisten en pedir prudencia al sector porque todavía no hay certeza sobre el impacto de la crisis en la morosidad. De hecho, hace unos días Cos advirtió de que el verdadero impacto de la pandemia no se verá hasta que no se retiren las medidas de apoyo que tomó el Gobierno.

Si Santander opta por la liberación de provisiones antes de que eso ocurra, otras entidades querrán seguir su ejemplo y los supervisores no podrán impedirlo. De ahí que sea probable que pida al banco que preside Ana Botín que dicha liberación sea lo más pequeña posible. Lo cual dificultaría batir el récord de beneficios.

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