La sanidad privada española supone un ahorro de casi 5.000 millones anuales a las arcas públicas
La emergencia sanitaria mundial producida por el SARS-CoV-2 (COVID-19) ha provocado una situación de crisis que ha llevado al límite al sistema corriendo el riesgo en algunos momentos de colapsar y haciendo imprescindible el trabajo sinérgico, conjunto y estratégico de las dos modalidades de provisión y aseguramiento en beneficio del paciente y siempre con el protagonismo de los profesionales sanitarios y la colaboración de toda la sociedad.
La sanidad privada ha puesto todos los recursos de su parte a disposición de las autoridades nacionales y territoriales, priorizando siempre el interés general y el bienestar de toda la población. Esos recursos y aportación de valor se actualizan a nivel global y por Comunidades Autónomas en el informe “Sanidad privada, aportando valor: Análisis de situación 2020”, que hoy se presenta, por décimo año consecutivo, y coincidiendo también con el décimo aniversario del nacimiento de la Fundación IDIS.
“El debilitamiento del sector socio-sanitario, la dependencia y la falta de colaboración directa con el sector privado son males que ya existían antes del Covid-19 en nuestro sistema sanitario (a nivel de accesibilidad, equidad o falta de promoción de la investigación) y, que con la pandemia, se han mostrado en su máxima expresión. Para poder solucionar los problemas es necesaria la confluencia de todos los esfuerzos posibles, hay que sumar y no restar, requiere no excluir a nadie y seguir trabajando codo con codo como lo venimos haciendo desde siempre y especialmente con motivo de esta pandemia.
No podemos olvidar que hoy existen 8,7 millones de asegurados (sin incluir los mutualistas) que contribuyen a la descarga y el ahorro del sistema público global, lo que implica un ahorro de al menos 564 euros por asegurado/año, que suponen un ahorro mínimo de 4.949 millones de euros para el sistema público. Solo con cooperación seremos capaces de vencer a este virus y solo así lograremos construir un futuro mejor y más saludable para todos”. Así lo ha asegurado Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), durante la presentación de este informe en la que ha estado acompañado por el secretario general de IDIS, Ángel de Benito, y la directora general, Marta Villanueva.
El secretario general de la Fundación IDIS ha aludido a que “este documento hace una actualización en profundidad de la realidad y las constantes que determinan la enorme relevancia de todo un sector que como el sanitario genera tanta riqueza, empleo, salud y bienestar a la población -como recoge el informe, el gasto sanitario total en provisión privada ascendió al 3,3% del PIB en 2017 (2,6% corresponde al gasto privado y el 0,7% al capítulo de conciertos), lo que equivale a un gasto aproximado de 38.082 millones de euros- (30.409 millones de euros correspondientes al gasto privado y 7.673 millones de euros pertenecen al epígrafe de conciertos)“ y ha reconocido un orgullo poder presentar estos datos “a pesar de las dificultades a las que se ve sometido nuestro sistema sanitario, lo cual incide en la necesaria cooperación que haga posible un sistema viable, sostenible, accesible, equitativo y de calidad”.
El sector asegurador continúa registrando incrementos significativos, tanto en número de asegurados como en volumen de primas. Tal como expuso Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, “en 2019 se han superado los 10,5 millones de asegurados, lo que supone un incremento del 3,1% respecto al año anterior. A nivel de volumen de primas, se estima que en 2019 han alcanzado un importe de 8.572 millones de euros, lo que implica un incremento del 4,4% respecto a 2018. Por tipología, el 74% de ellas corresponde a asistencia sanitaria, el 18%, a mutualismo administrativo y el 8%, a reembolso de gastos”.
Actividad del sector privado y accesibilidad de la población
Este estudio muestra también la actividad del sector privado en relación con la actividad sanitaria global. En concreto, en el año 2017 llevó a cabo el 30,5% de las intervenciones quirúrgicas, registró el 23,5% de las altas y atendió el 24,5% de las urgencias. Además, realizó el 23,5% de los ingresos, el 19,7% de las consultas y el 17,5% de las estancias. En este punto, es destacable que este sector cuenta con unos indicadores sanitarios muy positivos.
Por ejemplo, destaca el tiempo medio de espera de citación de pruebas complementarias por debajo de 11 días (10,91 días para mamografía, 8,17 días para resonancia magnética y 6,25 días para el TAC) y tiempos de entrega de informes de pruebas complementarias por debajo de los 4 días y de 1 día en el caso de pruebas de laboratorio. Asimismo, destacan tiempos medios de atención facultativa en urgencias inferiores a 20 minutos, espera media global para una intervención quirúrgica de 30,47 días, menos de 16 días de tiempo medio transcurrido entre el diagnóstico y el tratamiento en procesos oncológicos y tiempos de espera de citación para consultas en especialidades por debajo de las 2 semanas, excepto en dermatología donde se alcanzan 14,6 días.
La sanidad privada dispone de una dotación de 458 hospitales en España, lo que representa el 57% del total de centros hospitalarios de nuestro país, con 51.212 camas, que suponen el 32% del total de las existentes. A nivel geográfico, Cataluña, Madrid y Andalucía, se mantienen como las comunidades autónomas que cuentan con un mayor número de camas privadas.
La colaboración: clave para seguir avanzando
El sector sanitario privado es un aliado indispensable del sistema público de salud, siendo la cooperación entre ambos sectores un pilar fundamental para garantizar la sostenibilidad y la solvencia del sistema. A este respecto, es destacable que el 11,2% del gasto sanitario público se destinó a la partida de conciertos, lo que refleja la importancia y repercusión que tiene este concepto, teniendo en cuenta que los conciertos se producen fundamentalmente en transporte sanitario, terapias respiratorias, hemodiálisis, laboratorio, etc.
El mutualismo administrativo favorece el equilibrio entre el sistema público y el privado, al tiempo que facilita la asistencia sanitaria de la población. De hecho, en 2019 el régimen de mutualismo administrativo ascendió a aproximadamente 1,8 millones de personas. La directora general de la Fundación IDIS, señala que “esta opción es elegida de forma libre por el 84% de los funcionarios”.
Además, en términos económicos, es un modelo que aporta eficiencia, ya que el gasto per cápita de la población cubierta es sustancialmente inferior al gasto sanitario público per cápita. En este sentido, se estima que la prima media de MUFACE se sitúa en 2019 en 864 euros anuales por asegurado, mientras que el gasto sanitario público per cápita de ese mismo año es de 1.291 euros (no incluye gasto farmacéutico ni el gasto destinado a mutualidades), lo que supone un ahorro de 427 euros por cada mutualista”.
Otra fórmula vigente de cooperación son las concesiones. Actualmente nuestro país cuenta con un total de nueve hospitales operativos bajo este modelo. A nivel geográfico, las concesiones administrativas que incluyen la gestión de servicios sanitarios se ubican en la Comunidad Valenciana, La Rioja y Madrid.
El sector sanitario privado persigue la mejora continua de la calidad de la prestación asistencial. De ahí que sus centros posean certificaciones como la ISO, modelo de excelencia europeo EFQM, Acreditación Joint Commission o Certificación OHSAS 18001, entre otras. Además, desde 2015 la Fundación IDIS dispone de la Acreditación QH (Quality Healthcare), concebida como un sistema pionero e innovador que reconoce la Excelencia en Calidad Asistencial, en concreto y, a día de hoy, 129 organizaciones sanitarias públicas y privadas ya cuentan con ella en alguna de las categorías (101 entidades privadas, 17 públicas y 11 mutuas).
Sanidad privada y Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
El informe pone de manifiesto que este sector emplea a 269.515 profesionales en nuestro país (se estima que el 63% trabaja en el ámbito extrahospitalario y que el 37% lo hace en el ámbito hospitalario), con Madrid, Cataluña y Andalucía a la cabeza. La formación es otro aspecto que gana terreno en la sanidad privada, que cuenta con 24 hospitales universitarios, ofreciendo 215 plazas de formación especializada para 2020.
Es necesario apostar por la tecnología y todos los beneficios que esta conlleva, tanto para el paciente, como para el profesional y el sistema sanitario en sí mismo. Uno de los grandes valores de la sanidad privada es su apuesta por la adquisición de tecnología de última generación. A nivel de equipamiento el sector dispone del 53% de las resonancias magnéticas, el 49% de los PET y el 36% de los TAC. En cuanto a actividad, en términos de diagnóstico, en 2017 el sector privado llevó a cabo el 39% de las resonancias magnéticas, el 19,4% de los PET y el 16,7% de los TAC.
Por otro lado, es importante la apuesta por la digitalización en la experiencia de paciente y, en este sentido, los grupos hospitalarios privados y las aseguradoras de salud cuentan con múltiples proyectos y herramientas de digitalización (portal de paciente, videoconsulta, aplicaciones, asistentes virtuales u hospitales líquidos). Por otra parte, es importante reseñar que los centros privados participan en 1.431 ensayos clínicos, casi el 50% del total.
A la hora de participar en ensayos clínicos, los centros privados tienen una mayor presencia en las fases tempranas de la investigación, que son aquellas que requieren una mayor especialización y complejidad. Concretamente, el 39,83% de los ensayos con participación de centros privados, 570 ensayos son en fases tempranas. Oncología, Cardiología, Respiratorio y Neurociencias son las principales áreas terapéuticas de los ensayos con participación de centros privados.
Esta apuesta va en línea con el cumplimiento en el 2030 de parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU que, por primera analiza este informe, que muestra cómo la sanidad privada busca constantemente la forma llevar a cabo su actividad teniendo en consideración el impacto que esta genera sobre los pacientes, empleados, medioambiente y sobre la sociedad en general.
En concreto, lleva a cabo iniciativas como donaciones a entidades que luchan para erradicar la pobreza o proyectos de voluntariado y cooperación internacional, entre otros. Asimismo, destacan las 129 iniciativas solidarias desarrolladas a nivel de servicios sanitarios, sociosanitarios y de índole social para tratar de paliar los efectos y consecuencias de esta pandemia. Destacan donaciones para la compra de material y equipamiento sanitario, investigación o la colaboración con organizaciones benéficas, entre otros aspectos.
A nivel de salud y bienestar, el sector está altamente comprometido con la investigación para hacer frente a las enfermedades, aporta ahorros al sistema público al que ayuda a mejorar la eficiencia de su actividad y mejora la accesibilidad de la población a la atención sanitaria, prestando una asistencia ágil, diversa y de calidad. Por otro lado, cuenta con uno de los índices más altos de presencia femenina en cargos directivos y plantilla. Asimismo, este sector apuesta por la reducción de las desigualdades, el uso de maquinaria sostenible o la creación de las alianzas para lograr los objetivos.