Sánchez nos bajará la luz a costa de un nuevo hachazo a las eléctricas
Sánchez miente: dice que «a partir de hoy» podrá limitar el precio de la luz pero deberá aprobarlo Europa
Ribera admite que tardarán al menos «tres o cuatro semanas» en aplicar las medidas para abaratar la luz
El Gobierno insistirá en gravar los «beneficios caídos del cielo» tras no limitar el precio de la luz
Pedro Sánchez (Antonio para Mario Draghi) ha vuelto a demostrar que es un maestro de la propaganda y que es su última baza para mantenerse en el poder en una España que se desmorona entre los precios disparados, el paro del transporte, el desabastecimiento, la parada de las fábricas y del campo, y la amenaza cada vez real de estanflación. Nos ha vendido como un triunfo que la UE le haya permitido tomar medidas para bajar el precio de la luz, pero es que ni eso es verdad ni va a salir gratis: lo van a pagar los consumidores y las propias eléctricas.
Como ha dejado claro OKDIARIO en contra de la propaganda oficial comprada incluso por la supuesta prensa de derechas (quién ha visto y quién ve a algún diario centenario), Sánchez no ha logrado permiso para limitar el precio de la luz, y mucho menos para ponerlo en marcha desde ya, como dijo el viernes en Bruselas. Sánchez mintiendo, quién lo iba a pensar.
No, amigos. Todavía tiene que presentar una propuesta a la Comisión Europea, donde Alemania va a poner todas las limitaciones posibles porque allí las riendas de la economía las llevan los liberales. El comunicado oficial de la cumbre del viernes lo deja bastante claro: deben ser medidas excepcionales, temporales y que no distorsionen el mercado único. Y la propia Teresa ‘talibán’ Ribera (como la llaman desde las eléctricas al automóvil) tuvo que reconocer el sábado que esto va a tardar en torno a un mes.
Así que todavía estar por ver qué va a poder hacer Sánchez y hasta dónde va a poder llegar. Su intención es poner un tope al precio por el que pueden pujar las centrales de gas (ciclos combinados) en la subasta diaria de la electricidad; en el mercado se supone que será de 180 euros por MWh porque es lo que estaba vigente hasta 2019, pero el Gobierno guarda la cifra bajo siete llaves… porque es posible que la Comisión la ponga bastante más arriba. En cuyo caso, la rebaja de la luz va a ser bastante menor que la anunciada por los trompeteros oficiales.
Tres opciones para pagar la fiesta
Pero vayamos más allá. Como nos enseña el famoso blog homónimo, nada es gratis. Si el Gobierno baja artificialmente el precio de la luz, alguien tiene que pagar la diferencia. Es decir, si las centrales de gas tienen que ofrecer un precio de la luz inferior a lo que les cuesta a ellas su materia prima, tendrán un déficit que debe cubrirse. Estas son las opciones:
- Opción 1: que se pague con los Presupuestos Generales del Estado. Fue descartada expresamente por Sánchez el viernes (si nos fiamos de él), pero no porque él lo rechace, sino porque les da pánico a los países centrales que nos metamos todavía más déficit en vísperas de que el BCE deje de comprarnos la deuda y suba los tipos de interés. Hay que evitar por todos los medios otra crisis de deuda y otro rescate de España, y como nuestro Gobierno no baja el gasto improductivo ni a tiros, pues no le dejan aumentar más el déficit.
- Opción 2: crear un nuevo déficit de tarifa que se distribuya en una serie de años futuros y se vaya pagando en el recibo de la luz, es decir, que lo paguen los propios consumidores. Esto sería pan para hoy y hambre para mañana, pero así Sánchez llegaría a las elecciones (que es lo único que le importa) y el que venga detrás, que arree. Sin embargo, Ribera también descartó ayer esta opción.
- Opción 3: descartadas las dos anteriores, sólo queda que lo paguen las propias eléctricas. El Gobierno podría actuar por las bravas y meter en pérdidas a las centrales de gas, pero eso incumpliría innumerables leyes españolas y europeas, y lo tumbarían los tribunales. Así que va a hacerlo mediante un nuevo hachazo al sector eléctrico en general. Así comparten todos el coste y tocan a menos.
Sólo queda dar otro hachazo a las eléctricas
La fórmula exacta todavía no se sabe; si el Gobierno no sabe cómo va a rebajar los 20 céntimos por litro prometidos a los camioneros, menos aún va a saber cómo va a hacer lo de la luz. Son la improvisación personificada. Pero el presidente dejó una perla en su comparecencia del viernes junto al verdadero Antonio (Costa, el primer ministro portugués): Bruselas sí le permite gravar los ‘beneficios caídos del cielo’ de las eléctricas, y eso es lo que va a hacer, como también adelantó OKDIARIO.
Como es sabido, Ribera ya intentó en septiembre gravar los windfall profits, es decir, los beneficios que obtienen las tecnologías de generación más baratas -sobre todo hidroeléctrica y nuclear- al vender su producción al precio que marca la más cara, el gas. Pero tuvo que dar marcha atrás porque lo hizo sin tener ni idea de cómo funciona el mercado eléctrico.
«Ahora ha puesto a los funcionarios a investigar cómo es posible que en España cuadre la oferta de electricidad con la demanda, y han descubierto que las eléctricas tienen contratos a precio fijo (los famosos PPA) entre su pata generadora y su pata comercializadora, que posteriormente vende la energía más cara a sus clientes. Eso es lo que quiere gravar ahora», según una fuente conocedora de la situación.
La regulación obliga a las eléctricas a que esas dos actividades estén en empresas separadas, pero como son filiales del mismo grupo, todo queda en casa. Otro de los múltiples fallos de la normativa española. Pero el caso es que ahí sí hay beneficios caídos del cielo y el Gobierno va a meterles el rejón. No será un impuesto propiamente dicho, sino que revertirá en el sistema precisamente para compensar a las centrales de gas por las pérdidas en que les va a meter.
Ribera se lía explicando las subastas intradiarias
Por cierto, esta vez quieren tener todos los ángulos cubiertos y se han dado cuenta de una vía de escape de la que también alertó este periódico: las subastas intradiarias. Ribera trató de explicarlo el sábado en TVE, pero con esa facilidad de palabra que tiene, nadie la entendió (y menos aún el periodista que la entrevistaba). La cuestión es la siguiente: si ponen un tope al gas en la subasta diaria, los ciclos combinados pueden ‘pasar’ de ella y, como son necesarios para cubrir la demanda, acudir únicamente a las subastas intradiarias que hace Red Eléctrica precisamente para cubrir los picos de demanda. Ahí podrían pujar al precio que quisieran y, como pasarían a tener mucho peso en el mix (ahora es muy bajo), elevarían el precio que se traslada al consumidor, el famoso PVPC.
Pues bien, Ribera quiere impedir esta práctica con algo así como un «prorrateo horario entre las diferentes tecnologías» (es que no hay quien entienda a esta señora cuando habla). En todo caso, serán las eléctricas las que paguen la fiesta de la rebaja que finalmente permita la Comisión Europea. No es de extrañar que los presidentes del sector se hayan borrado del desayuno en que Sánchez va a presentar el rejón en lunes. Claro que no va casi nadie del Ibex, que ya empieza a oler a muerto en Moncloa y ha perdido el miedo a hacer feos al dueño del BOE.