Rosell (CEOE) afirma que la fuga de empresas de Cataluña solo se paralizará si se transmite «seguridad»
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell, ha asegurado que la fuga de empresas de Cataluña solo se paralizará si los acontecimientos políticos futuros transmiten seguridad.
Rosell añadió que «si se transmite inseguridad, pues por supuesto que van a seguir» marchándose empresas de Cataluña, ha asegurado en declaraciones a la prensa tras participar en el Encuentro Empresarial CEOE-Cepyme con el vicepresidente y consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró.
Asimismo, el presidente de la patronal afirmó que, a pesar de que la fuga de empresas «se está paralizando», va a ser «difícil recuperar el deterioro que se está produciendo».
Casi 1.500 empresas han salido de Cataluña
A este respecto, subrayó que ya se han marchado de Cataluña alrededor de 1.500 empresas, «que además son las más grandes y las que más trabajadores tienen», y aseguró que su decisión de abandonar la comunidad es firme, ya que «dar marcha atrás es complicado».
«Las empresas deciden lo que tienen que hacer en cada momento y las decisiones en estos momentos están tomadas, son firmes», añadió al respecto Rosell, quien aseguró sentirse respaldado al frente de la CEOE.
Respecto a un posible boicot a las empresas catalanas, aseguró que «no se está notando», aunque sí que indicó que el deseo de los empresarios es que se llegue «a un punto final en positivo, volviendo a la legalidad».
«Si no volvemos a la legalidad, pocas cosas se pueden hacer de cara al futuro. Lo que queremos las empresas es estar tranquilas, trabajar, vender, no tener problemas, no tener incertidumbres. También desde el punto de vista de las personas, la fractura que empieza a haber en Cataluña es importante», dijo al respecto.
Miró pide una solución
Por su parte, el vicepresidente y consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, también se refirió al conflicto existente en Cataluña, y señaló que evidentemente está afectando a su compañía, «como a cualquier empresa española en mayor o menor medida, de manera directa o indirecta», por lo que pidió una solución.
Miró, catalán de nacimiento, consideró que es un conflicto que afecta tanto «a nivel personal» como de la economía, como se ha visto «en las correcciones que se están produciendo». Por ello, mostró su deseo de que prime «una cierta sensatez y se vaya a una solución en la que todos nos podamos sentir medianamente cómodos».