Ribera niega haber influido en la decisión de Sevilla: «si no se siente cómodo es comprensible que se vaya»
La vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha expresado este jueves su respeto por la renuncia del presidente de Red Eléctrica (REE), Jordi Sevilla, y ha negado que ella haya influido en esa decisión: «Tenemos mucha rumorología, pero jamás ha habido una injerencia por parte de esta ministra».
«Es un señor al que conocemos todos, con una gran capacidad expansiva en términos de comunicación, y si no se siente cómodo en el contexto que dice, de las referencias externas del contexto regulatorio, quizá es comprensible que se vaya», ha afirmado en declaraciones a los medios antes de participar en la presentación del BforPlanet en el Palau de la Música de Barcelona.
Ribera ha agradecido a Sevilla su esfuerzo por intentar consolidar la empresa, que ha calificado como una de las «joyas de la corona» del Íbex 35, y ha sostenido que REE necesita una relación fluida con el Gobierno.
Así, ha defendido que ahora «lo más importante es que esta empresa, en pleno proceso de cambio, de apertura y de introducción de nuevas actividades, recupere la tranquilidad frente a una salida que ha querido ocurrir que sea particularmente llamativa».
La vicepresidenta ha explicado su agenda prevista para este jueves en Barcelona, en la que tras participar en el acto de presentación del BforPlanet, visitará el Barcelona Supercomputing Center y después se reunirá con la Dirección General de costas del litoral catalán para abordar las afectaciones del temporal ‘Gloria’ en las playas de Cataluña.
Protección del litoral
Sobre esta cuestión, ha apuntado que la urgencia para el Gobierno es «pensar cómo rehabilitar, recuperar e invertir» en las playas afectadas y ayudar a los ciudadanos afectados por el temporal, aunque ha subrayado la importancia de replantear las estrategias de protección del litoral en el futuro.
Considera que con el cambio climático se están produciendo escenarios que antes eran «teóricos y ahora son reales», por lo que cree que hay que tener un debate social, responsable y tranquilo sobre cómo plantear la protección de las costas ante este fenómeno.