Manual del Inversor

Renta Fija con alto riesgo y gran rentabilidad: se puede sacar partido a los ‘bonos basura’

Bonos basura
(Foto: iStock)

Los bonos son un instrumento que utilizan tanto empresas como administraciones públicas para financiar su actividad. Como hemos visto, cuanta más alta es la solvencia del emisor, más bajo será el interés que ofrecerán. En este caso, pero, nos centraremos justo en el caso contrario: en empresas de baja fiabilidad que emiten esta deuda en el mercado. En este caso, los bonos resultantes reciben el nombre de bonos basura.

Los puntos que definen este tipo de activo financiero son los siguientes:

  • Alto riesgo de impago: se trata de compañías con un volumen de deuda muy alto, con grandes dificultades para hacer frente a sus pagos a corto plazo o que presenten graves problemas de negocio. Por lo tanto, quien adquiera estos bonos debe de ser consciente que está ante una operación de alto riesgo.
  • Alto tipo de interés: dado que riesgo e interés van a la par, a no ser que la empresa ofrezca un tipo muy atractivo, ningún inversor querrá comprarle deuda.
  • Baja calificación crediticia: las agencias de valoración son las encargadas de fijar, de acuerdo a un detallado estudio sobre la situación de la compañía, la capacidad de retorno de la deuda por parte de la empresa. Todas las compañías que emiten estos bonos comparten una mala calificación, equivalente a BBB o inferior.

¿Puede haber bonos basura bien valorados?

Uno de los aspectos que su utilizan para definir si un bono se considera basura o no es la valoración que las distintas agencias de rating hacen de él. El ejemplo más conocido y que, probablemente, más impacto ha tenido a nivel mundial fue el de la caída de Lethman Brothers. Aunque, realmente, la situación de la compañía era de desastrosa insolvencia, las agencias principales agencias valoraban su deuda a niveles de AA, equivalente a elevados niveles de solvencia. Por lo tanto, todos aquellos inversores que confiaron en este dato vieron como, del día a la mañana, perdían la totalidad de su inversión.

Después de este error de valoración, se generalizó una pregunta: ¿son fiables las conclusiones que emiten estas compañías? Aunque existen distintas agencias de calificación, tres destacan por encima de todas: Standard & Poors, Moody’s y Fitch. Se consideró esta desviación un error puntual y, de hecho, los resultados de sus análisis aún sirven hoy en día para fijar la solvencia de las empresas y, por lo tanto, el tipo que deben de afrontar para endeudarse. Dado que su finalidad es solamente la de emitir una opinión que sirve como referencia, no están sometidas a ningún tipo de consecuencias en caso de no acertar en sus cálculos.

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