Una recuperación bastante peculiar: el ‘déjà vu’ que vive la economía española
En lo que respecta a la situación económica que atraviesa el país, debemos saber que la economía española, tal y como reflejan los indicadores, está mostrando ese peculiar comportamiento que tanto nos caracterizó durante las crisis pasadas.
Como si de un déjà vu se tratase la economía española presenta un claro descuelgue en esa recuperación que, sin embargo, no presentan otras economías vecinas. Las limitaciones que presenta el país, así como los rebrotes, están acercando a España a esa recuperación más tardía, en contraste con las economías homólogas.
Y miro con retrospectiva las crisis pasadas por el hecho de que, durante la anterior crisis, la economía española mostró un comportamiento que nos llevó a recuperarnos cerca de 9 años más tarde que nuestro país de referencia, Alemania.
La recuperación que presentó nuestro ‘benchmark’ -al igual que ocurre en esta crisis- nos situó a la cola en la recuperación. Una situación que podría repetirse, teniendo en cuenta las figuras gráficas analizadas, donde se observa ese descuelgue de forma muy visual. En este sentido, todos los economistas sabíamos perfectamente que el escenario proyectado no era constante e inamovible.
Previsiones de recuperación
Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) venían acompañadas de una nota metodológica, en la que los analistas del organismo, de la misma forma que anunciaban una contracción superior a la que ofrecía el gobierno en su cuadro macroeconómico, versaban sobre la posibilidad de que dichas previsiones sufriesen desvíos que, cambiasen el escenario previsto.
Así, el FMI, en aras de ser precavido, anunciaba que la incertidumbre que se presenta en el horizonte, teniendo en cuenta que no se puede proyectar el comportamiento de la pandemia con total confianza, así como esa posibilidad de que la presencia del virus en el país se extienda más allá de lo esperado, provoca que la confianza en los pronósticos no sea la óptima.
Por esta razón, y con motivo de que los gobiernos no tiren la toalla por la autocomplacencia, el organismo multilateral avisó sobre dicha situación. Y es que, si atendemos a los informes de perspectivas anteriores, debemos saber que la proyección emitida en enero contemplaba una disipación cuasi total de la pandemia durante el segundo semestre del año.
Sin embargo, atendiendo a las noticias que muestra nuestro televisor cada mediodía, podemos observar como la economía española, pese a esos pronósticos, se debate entre la apertura de la campaña navideña y el cierre forzoso de la economía para paralizar los contagios. Una situación que conviene recordar, al menos cuando miremos unos pronósticos que, nuevamente, vienen con un cierto grado de volatilidad implícita.
De la misma forma, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también emitía unas declaraciones que, junto a la del FMI cobran más sentido. Así, hablamos de unas proyecciones en las que el organismo pronosticaba una situación en la que, de darse rebrotes en las economías que integran dicha organización, la economía española sería la economía más dañada, económicamente hablando, del conjunto de países miembros.
En este sentido, unas declaraciones que situaban a España como la economía potencialmente más dañada de todo el elenco de países analizados. Por lo que, si cogemos esos avisos y atendemos a lo que ocurre a nuestro alrededor, podemos empezar a comprenderlo todo un poco mejor.
Campaña de Navidad
La situación que presenta el país, en lo que a la incidencia del virus se refiere, es bastante pesimista. A punto de cerrar el año, la incidencia del virus sigue impidiendo reabrir sectores esenciales para la economía española; los informes muestran la quiebra del 30% de estas en el país; los ERTEs vuelven a celebrarse, junto a los más de un millón de despidos que nos dejó la primera ola. Además, la capacidad de actuación de la economía española, ateniendo a indicadores que miden nuestro fondo de maniobra, es excesivamente limitada.
A pesar de que la situación, que esperaba mejorar durante el último trimestre del año, parece que finalmente no remontará y las previsiones, como esperábamos, no se confirmarán. La campaña navideña, junto al Black Friday, están a la vuelta de la esquina, y pese a que esta suponga cerca del 25% de la facturación anual para sectores como la hostelería, por ejemplo, este año parece que no será así.
Pues debemos saber que hablamos de una campaña muy importante, ya que, atendiendo a esos informes que reflejan el deterioro de nuestro tejido productivo, así como al aporte de la Navidad a la actividad económica, este fin de año era mucho más relevante que en años pasados. Pues, para muchos, la campaña de Navidad suponía su única fuente de ingresos durante este ejercicio.