Volkswagen deja a Seat Martorell sin fabricar ningún modelo eléctrico hasta 2023
El presidente de Seat reconoce que es necesario sentarse con los sindicatos para ver las formas de aumentar la productividad y transformar las capacidades de los empleados de la marca española
Este miércoles, Seat vivió uno de los días más importantes de sus últimos años, con una presentación por todo lo alto en la sede de Martorell (Barcelona) ante decenas de periodistas de España y el extranjero. En la presentación acudió la plana mayor de Volkswagen con su CEO en un hecho inédito para la compañía alemana que pretendía así respaldar los excelentes resultados de la española en 2018, “el motivo por el que estamos aquí” en palabras del CEO de Volkswagen Herbert Diess.
Sin embargo, los planes que detalló el grupo alemán para Seat dejan un regusto agridulce. La empresa lanzará dos modelos eléctricos (el Mii y el el-Born) y cuatro híbridos enchufables hasta 2021. En Martorell se fabricarán tres híbridos enchufables: Seat León, Cupra León y Cupra Formentor (estos dos últimos, de la marca premium de Seat). Sin embargo, el eléctrico más importante del grupo, que ha sido diseñado en Barcelona (el-Born) se construirá en Zwickau (Alemania) y el Seat Mii se fabricará en Bratislava (Eslovaquia).
Más allá de la aparente felicidad por el respaldo de la matriz, la sensación en la factoría catalana refleja alguna duda dado que la política de fabricación del grupo Volkswagen ha optado por un modelo que busca concentrar todas las líneas de producción de coches eléctricos en las mismas factorías. Seat ha anunciado una plataforma eléctrica en Martorell pero esta no fabricará coches hasta como pronto 2023.
“Las decisiones aún no están tomadas, pero para nosotros conseguir que estos coches sean rentables es un gran reto. Porque los costes de producción aún son altos. Estamos totalmente dedicados a implementar la producción en una sola plataforma, porque es la forma de conseguir economías de escala”, ha dicho Diess tras preguntarle si fabricarían eléctricos en España.
«Estamos totalmente dedicados a implementar la producción eléctrica en una sola plataforma, porque es la manera de conseguir economías de escala»
No hay que olvidar que los híbridos tienen unas emisiones de entre 96 y 101 gramos de CO2 por kilómetro, mientras que los objetivos de la Unión Europea plantean unas emisiones de 59,4 gramos por kilómetro de Co2 para dentro de 10 años. En las propuestas de prohibición de vehículos que la ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera había diseñado, los híbridos también sufrían fuertes restricciones dado que también emiten.
No todos los grandes constructores de coches optan por este modelo de concentrar en una sola factoría toda su producción electrificada. Por ejemplo, el Grupo PSA ha anunciado este año que producirá coches eléctricos en las mismas plantas en que fabrica sus coches de combustión en Vigo, Zaragoza y Madrid.
“Sin despidos”
Ante estas condiciones, las dudas sobre la continuidad del empleo de la fábrica de Martorell sobrevuelan a la compañía y lo hicieron en la presentación de resultados. La planta de Nissan en la Zona Franca, la segunda factoría de automóviles en importancia de Cataluña, atraviesa momentos difíciles tras la exigencia de la compañía japonesa de ajustar 600 empleos como condición previa para obtener una inversión de 70 millones de euros que aún así no garantizará nuevos modelos. Con esta salida propuesta del 20% de los 3.000 empleados en su factoría barcelonesa, Nissan pretende dar viabilidad a una planta que ha sufrido como pocas la caída de la demanda y el cambio en los gustos de los consumidores y que actualmente sólo trabaja al 30% de toda su capacidad.
Martorell trabaja al 95% de su capacidad y es uno de los centros más eficientes de todo el grupo Volkswagen. Pero igualmente el empleo podría estar en peligro si la factoría queda fuera del cambio de electrificación que ha lanzado el grupo, que invertirá 30.000 millones de euros hasta 2023 en lanzar varias decenas de modelos eléctricos e híbridos. Con un mercado sumido en la incertidumbre ante unos objetivos de emisiones cero que por el momento son inalcanzables con la tecnología actual, y la práctica inexistencia de puntos de recarga que hagan viable la generalización del coche eléctrico, la tecnología convencional de diésel y gasolina seguirá existiendo, pero irá ocupando cada vez con toda seguridad menores inversiones por parte de los grandes grupos constructores. Los gigantes europeos, además, han llegado tarde por el momento al cambio tecnológico en ciernes, con la mayoría del mercado eléctrico copado por vehículos japoneses y coreanos y la irrupción, más marketiniana y aspiracional que todavía real, de los Tesla que vienen de California.
Con todo, la planta de Martorell puede felicitarse por mantener los puestos de trabajo para el futuro próximo, tal y como aseguró el presidente de Seat, el italiano Luca de Meo: “En Martorell hemos aumentado 1.100 personas en los últimos años. Con mis colegas de sindicatos estamos alerta y conscientes de los riesgos que asumimos si no hacemos nada. Tendríamos el riesgo de tener que recortar números. Por eso estamos convencidos de que queremos mantener la fuerza laboral estable. Lo haremos paso a paso. Creo que el gran riesgo para nosotros es la transformación de la planta en términos de competencia”.
De Meo ha avisado de que sus exigencias a los sindicatos serán principalmente dos:
– Aumentar productividad. Según dijo el italiano, “las plantas españolas tienen que aumentar productividad”. No sólo Martorell sino también Navarra.
– Recualificación de la fuerza laboral. “Si estamos preparados para transformarnos estaremos preparados para otros escenarios. Tenemos que hablar con los sindicatos para saber cómo proteger los empleos y esto será la cosa más importante”
No obstante, Heiss avisó de que las previsiones de Volkswagen no son que “todo el mundo cambie a un coche eléctrico desde un coche convencional. Para 2020 los clientes que necesiten hacer recorridos largos aún pueden optar principalmente por un coche híbrido”.