El almacenamiento está a tope y se diversifican los suministros

Por qué el precio del gas cae un 45% desde máximos y ya no asusta tanto

gas ruso
Gasoducto

El precio del gas en el mercado de futuros que cotiza en Ámsterdam ha caído un 45% desde los máximos alcanzados a finales de agosto. Entonces llegó a 346 euros. Ayer se situó en 145. Este desplome se explica por los avances en el almacenamiento de la materia prima, que roza el 80% de la capacidad disponible en Alemania, por ejemplo, y por los reveses del presidente ruso Putin en su guerra contra Ucrania.

«Ahora mismo hay gas en Europa para todo el invierno, suponiendo que el consumo se mantenga en los niveles actuales, pero es que la demanda también lleva meses descendiendo debido a los precios que se venían registrando hasta la fecha», asegura Antonio Merino, economista jefe de Repsol.

«En Alemania hay plantas de producción que, o han cerrado o funcionan a la mitad de su potencial de producción; pero es que en España está sucediendo lo mismo con industrias intensivas en gas como la de cerámica o el aluminio, que no pueden repercutir este nivel de costes en los clientes y que, de hecho, los están perdiendo, con el resultado de que están funcionando a la mitad de su capacidad».

El asunto clave, sin embargo, que está marcando de manera determinante el precio del gas es la evolución del conflicto en Ucrania. «La prima de riesgo de este mercado está asociada a Rusia», y las noticias al respecto son la recuperación por las tropas ucranianas de parte de los territorios ocupados, los importantes daños infligidos al ejército de Putin y la aparición de crecientes desavenencias y de contestación hacia el líder de Moscú.

A pesar de la idea dominante durante todo el periodo de la invasión, las expectativas sobre una victoria de las tropas rusas se han ido desmoronando y esta nueva circunstancia tiene consecuencias sobre el mercado del gas, que Putin ha tratado de estresar al máximo durante todo este tiempo con hitos como el cierre hasta nueva orden del gasoducto Nord Stream, como respuesta a las sanciones comerciales contra Moscú decididas por la Comisión Europea y su anuncio adicional de limitar los precios del petróleo procedente de allí.

Otro de los sucesos que están contribuyendo al retroceso de los precios del gas es la aparición de nuevas de técnicas de aprovisionamiento. Ahora han surgido las regasificadoras flotantes móviles, barcos que pueden esperar a los cargueros en el mar y proceder a la transformación inmediata del gas natural licuado en un producto comercializable.

Holanda cuenta con dos de estas regasificadoras, Alemania tendrá otras dos disponibles entre octubre y noviembre e Italia también maneja planes al respecto. Este nuevo instrumento y técnica facilitan la diversificación de suministro y disminuye al mismo tiempo la dependencia tradicional del gas ruso.

En todo caso, «la pérdida de kilómetros cuadrados de Ucrania ocupados por Rusia y la progresiva contestación interna hacia Moscú han suavizado dramáticamente la prima de riesgo sobre el gas», insiste Merino. «Todo indica que, si además está cayendo la demanda y el consumo, está claro que hemos sobrestimado los efectos del gas sobre la actividad económica, que de hecho podría recuperarse lentamente».

Esta concatenación de hechos es la que está mostrando el mercado de futuros de gas en Ámsterdam y lo que permite albergar un cierto optimismo dentro de la tormenta que nos acecha con la escalada de la inflación -ayer se situó en España en el 10,5%, la subyacente escaló tres décimas hasta el 6,4%- y la inevitable subida de los tipos de interés.

 

 

Lo último en Economía

Últimas noticias