El presidente de Ifema rechaza liderar CEIM: el actual número dos, Miguel Garrido, favorito
Tras el abrupto anuncio de Juan Pablo Lázaro de que el próximo junio dejará la presidencia de la patronal de empresarios madrileña, CEIM, y la vicepresidencia de la nacional, CEOE, Madrid busca un empresario que pueda sustituir a Lázaro. La tarea no parece sencilla porque "no hay muchas opciones, no hay empresarios en Madrid", asegura una fuente conocedora de la situación. Miguel Garrido, actual secretario general, es la apuesta de Lázaro.
La situación se agrava porque las primeras gestiones del ya dimitido Juan Pablo Lázaro no han surtido efecto. Lázaro, que ha adelantado las elecciones en CEIM al próximo junio para ceder oficialmente el cargo, ha ofrecido al presidente de Ifema, Clemente González Soler, liderar una candidatura a esas elecciones y garantizarle la victoria.
Sin embargo, fuentes conocedoras de la situación confirman que González ha rechazado la oferta. La segunda opción prevista por Lázaro era la de Eva Serrano, vicepresidenta de la Cámara de Madrid y máxima representante de las mujeres empresarias de Madrid, ASEME. Sin embargo, Serrano no contaría con el apoyo total de CEIM por su bajo perfil. «Necesitamos a alguien de más nivel», aseguran fuentes del sector.
El mejor situado y la apuesta del propio Lázaro es Miguel Garrido, actual secretario general de CEIM. «Es quien mejor conoce la patronal», explican estas fuentes. «Es la apuesta de Lázaro. Al menos es lo que está trasladando a su entorno», explican fuentes del sector.
Dimisión
El proceso está abierto en la patronal madrileña, cargo que dará por estatutos la vicepresidencia de la CEOE, después de que este miércoles Lázaro formalizara su dimisión en la Junta Directiva de la patronal nacional. Fuentes de la patronal que han asistido a esa Junta han explicado que Lázaro se ha limitado a anunciar que abandonará la presidencia de CEIM en junio. «Como responsable de la Comisión de Presupuestos lo único que ha dicho es que lo más probable es que esos presupuestos no los desarrollaría él porque en junio abandonaba CEIM», explican.
La versión oficial de su dimisión es que Lázaro se va a dedicar plenamente a sus negocios, que requieren de una mayor atención por su parte. Este diario se ha puesto en contacto con Lázaro, que ha explicado que, además de para dedicarse a su empresa, su salida se debe a que «ahora vienen elecciones, tanto municipales, como autonómicas, como generales, lo que supone invertir mucho tiempo, más aún del que ya invierto -me acuesto a las dos de la mañana y me levanto a las siete-, en negociar con todos los partidos. Me duele, pero la decisión la he tomado yo. Por supuesto, nada tiene que ver Garamendi, con quien mantengo una fantástica relación desde hace muchos años, y que se ha limitado a aceptar mi salida».
Lázaro ha señalado además que «hay que recordar que mi cargo no es remunerado. Pero yo espero que la persona que me suceda ya cobre por un trabajo que conlleva mucho, mucho tiempo. Yo lucharé por ello, y porque sea una persona de mi confianza, que conozca bien la Asociación».
Hay una versión distinta que aporta otros motivos para esta dimisión. Primero, ante su probable imputación por el caso Avalmadrid, donde siendo él consejero se dieron unos créditos a empresarios que difícilmente podrían devolverlos. «En breve el Banco de España va a hacer público su informe que abre la puerta a su imputación», dicen fuentes del sector.
En segundo lugar, la pelea judicial que se ha abierto en CEIM por una reclamación de la Comunidad de Madrid de tres millones de euros por unos fondos para cursos de formación mal ejecutados. «Ese no es el problema. La Cámara ha puesto un aval por esos tres millones y ahora se verá en los tribunales si el dinero se malgastó o no. Pero no es la razón de su dimisión», explican estas fuentes.