La presidencia española de la UE empieza mal: Ribera no alcanza un acuerdo sobre el mercado eléctrico
La Presidencia española de la Unión Europea empieza con mal pie. El acuerdo entre los 27 para una reforma del mercado eléctrico europeo que acariciaba la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la cumbre de Valladolid que concluye hoy será imposible debido al recrudecimiento de las posturas de Francia y Alemania. Las cosas no han salido como esperaba la ministra. El acuerdo sobre la reforma del mercado eléctrico tendrá que esperar y los intentos de la ministra para conciliar las diferentes posturas no han bastado para desbloquear el conflicto.
El principal problema sigue siendo la aplicación de los ‘cfd’ (contratos por diferencia) a las centrales nucleares francesas ya existentes. Es decir, que el Gobierno de París pueda intervenir el precio de la electricidad de origen nuclear para garantizar un precio inferior al de las energías renovables que están proliferando en toda Europea y especialmente en España. «La reforma del mercado eléctrico no figuraba en el orden del día oficial, pero estamos hablando de ello mientras nos cruzamos por los pasillos», explicó Ribera en la apertura de la reunión de Valladolid el 11 de julio.
Si la posición de la presidencia española es violentamente antinuclear, no se aprobará, reaccionó la ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, entrevistada por la agencia francesa AFP. Francia sigue negándose a limitar el acceso de las centrales nucleares existentes a los contratos de precio garantizado por el Estado.
«Podríamos tener una mayoría cualificada [detrás de la reforma], pero preferimos no dejar a ciertos países en minoría», dijo Teresa Ribera. «Lo ideal sería encontrar propuestas que no contenten al 100% a todos, pero que sean aceptables para todos». Hoy por la mañana, la responsable española de energía Ribera decía que » si el acuerdo no está lo suficientemente maduro antes del verano, podría ser llevado a la Comisión de Representantes y al Consejo en septiembre. La intención es cerrarlo antes de Navidad», ha sostenido.
Francia no pudo unirse ayer a la reunión de los “Amigos de los Renovables”, pese a los deseos de Agnès Pannier-Runacher de formar parte del grupo. Los «amigos de las renovables» se reunieron al margen de la reunión ministerial en España para debatir los contratos de precio garantizado de la electricidad. La reunión se celebró ayer martes por la tarde y congregó a once Estados miembros, entre ellos Austria. También estuvo presente un representante de la Comisión Europea. Se invitó a quienes comparten la misma opinión sobre la cuestión de los CFD, o Contratos por Diferencia, que permiten al Estado garantizar el precio de la electricidad producida. El tipo de proyectos que pueden tener acceso a estos CFD sigue debatiéndose en el Consejo.
Francia quiere aplicar estos contratos a las centrales nucleares en funcionamiento, por lo que se opone en este punto a los «amigos de las renovables», que pretenden limitar al máximo los CFD a las centrales existentes. Mientras que Francia no era invitada a esta reunión, la ministra de Transición Energética presidía una reunión de la «alianza nuclear». España, que ejerce la Presidencia del Consejo desde el 1ᵉʳ de julio, participó en ambas reuniones para subrayar la neutralidad que exige su mandato.
Por si faltaba algo, también Alemania ha puesto sus obstáculos para un acuerdo. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Sven Gioegold, decía en su twitter: «Ayer estuve todo el día bilateralizando». «El diseño del mercado eléctrico es el elefante en la habitación». Señaló que aún queda trabajo por hacer para encontrar un compromiso y sentenció: «Se acabó el tiempo en que Francia y Alemania consiguen un compromiso y todo el mundo queda contento.»
La Presidencia española de la UE ha instado a los países miembro de la UE que cedan en parte de sus pretensiones nacionales en la reforma del mercado eléctrico para conseguir un texto que sea «aceptable para todos» y quiere lograrlo, a ser posible, antes del final del verano para lograr que las nuevas normas del mercado eléctrico estén aprobadas «antes de Navidad».
«Obviamente, este objetivo requiere que cada cual renuncie un poco para poder encontrar fórmulas de consenso», ha apuntado Ribera. «Aunque en esta cita no se analiza de manera formal la reforma del mercado eléctrico, los ministros sí han hablado del asunto en los pasillos, al ser un tema de interés común». A ese respecto, ha destacado el compromiso de «todos» en trabajar en la cuestión con la «máxima transparencia y diligencia» para contar con un texto de consenso «lo antes posible», antes de que acabe el verano o bien en septiembre.
Ribera ha manifestado que el interés de España es poder encontrar propuestas «sólidas» para el buen funcionamiento del mercado interior y consolidar, con coherencia, la descarbonización de Europa. Ha insistido en que la postura de España «no es imponer el criterio» a unos y otros y así se lo ha trasladado a los ministros de Energía de la UE, quienes, según Ribera, «agradecieron el compromiso de España con intentar configurar el mayor consenso» y no gestionar el expediente únicamente buscando la mayoría cualificada requerida. «Ha de conciliarse la posición a veces enfrentada y a veces irreconciliable entre los Estados miembros y España se compromete no solamente a ser un facilitador, sino también a que los técnicos puedan ir conversando todos ellos para lograr un texto lo más consensuado, lo más aceptable posible», ha subrayado.