Podemos se suma a los ecologistas para reclamar una gestión de residuos descentralizada
En 1998, la Ley de Envases y Residuos estableció cómo debían gestionarse los residuos a través de la colaboración de todos los agentes implicados. Con el objetivo de llevar a cabo esa misión surgió Ecoembes. Hoy, algunas asociaciones como Retorna ponen en duda el Sistema Integrado de Gestión actual y reclaman un nuevo modelo descentralizado.
Para poder implantar ese modelo es necesario un cambio normativo a nivel nacional. En los últimos años no se consideraba probable que ese cambio se diese, pero el contexto político actual puede ser el propicio para un cambio legislativo al respecto.
Fuentes de las empresas encargadas de la gestión de residuos confirman a OKDIARIO que el nuevo sistema descentralizado que proponen los ecologistas «interesa mucho a los municipios que están gobernados por coaliciones del PSOE y Podemos». Estos gobiernos regionales «van a presionar al nuevo Ejecutivo para que apruebe la reforma normativa que permitirá implantar el nuevo sistema».
«Facilitar el camino para avanzar hacia un cambio en la percepción de los residuos que, empezando en el ámbito municipal, deberán concebirse como recursos en el marco de la Economía Circular». Ese es uno de los objetivos principales de la Asociación Retorna, una entidad sin ánimo de lucro formada por la industria del reciclaje, ONGs ambientales, sindicatos y asociaciones de consumidores.
La idea de Retorna pasa por «apoyar y promover la obligatoriedad de los Sistemas de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) para envases de bebidas». La asociación denuncia que «ninguno de los Sistemas Integrados de Gestión cubre íntegramente los costes de la recogida separada de residuos generados que los municipios, y por tanto los ciudadanos, están asumiendo un coste considerable que no es de su responsabilidad».
En ese sentido, Ecoembes recuerda que «el SDDR solo sirve para recuperar los envases de agua, bebidas refrescantes y cervezas, sean de plástico o latas de metal». Es decir, cualquier otro tipo de envase, como sprays, cajas de cereales, latas de conserva, cajas de zapatos, envases de gel y champú o frascos de cosméticos, entre muchos otros, «no los puede reciclar». Además, señala que el SDDR obliga al ciudadano a «adaptarse a los horarios de los establecimientos» y a sufrir un coste «ocho veces superior» al del sistema actual.
La directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes, Nieves Rey, subraya que «el modelo actual de contenedores de recogida selectiva consigue más ahorros de emisiones que el SDDR por tonelada reciclada debido a la logística de transporte que supone este último sistema. El hecho de tener que «transportar envases vacíos sin aplastar de los comercios supondría un número de viajes mucho mayor, transportando aire, con lo que las emisiones de CO2 aumentarían», explica Rey.
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