Alquiler de viviendas

Palo al alquiler indefinido: el aviso de un experto en economía que afecta a estas personas

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Imagen de un piso de alquiler y Gonzalo Bernardos. (Foto: istock/LaSexta)
Blanca Espada

Durante años, el alquiler ha sido la tabla de salvación de muchas personas que no han tenido la posibilidad de acceder a una vivienda en propiedad. Sin embargo, la situación del mercado inmobiliario está cambiando tan rápido que hasta los expertos alertan: hay propuestas que, lejos de solucionar el problema, podrían empeorarlo. Uno de los más contundentes ha sido Gonzalo Bernardos, economista y profesor universitario, que en su última intervención ha dejado claro su rechazo a una idea que empieza a circular con fuerza: convertir el alquiler en un contrato indefinido.

El debate se ha encendido a raíz de la propuesta del Sindicato de Inquilinas, que plantea la posibilidad de establecer contratos de arrendamiento sin límite de tiempo. Según Bernardos, esta propuesta no sólo es inviable, sino que se aleja por completo del concepto tradicional de alquiler y se acerca peligrosamente al de usufructo, una figura jurídica que, aunque poco conocida por el público general, implica derechos muy diferentes para inquilinos y propietarios. Para el economista, aceptar este tipo de contratos supondría un golpe directo a la estructura del mercado inmobiliario. En un momento en el que el precio del alquiler está alcanzando cifras récord, los expertos señalan que más que cambiar el concepto de arrendamiento, lo urgente es recuperar la confianza de los propietarios y aumentar la oferta de viviendas disponibles. La idea de un “alquiler para toda la vida” puede sonar atractiva para algunos, pero según Bernardos, las consecuencias a largo plazo serían desastrosas, especialmente para quienes más necesitan acceder a una vivienda digna.

Gonzalo Bernardos, tajante contra el alquiler indefinido

Gonzalo Bernardos no se ha andado con rodeos al referirse a esta polémica medida. En su participación en el podcast Monopoly Inmobiliario, ha sido claro: «Nadie se plantea vivir de alquiler toda la vida». Con esta frase se muestra contundente contra la propuesta del Sindicato de Inquilinas, que busca una reforma legal para establecer contratos de arrendamiento sin plazo. Según Bernardos, lo que están pidiendo no es un alquiler convencional, sino un usufructo encubierto: el derecho a usar una vivienda indefinidamente, sin ser el propietario, y con una seguridad jurídica que impediría su desalojo salvo en casos extremos.

El problema del alquiler indefinido, según el experto, es que el usufructo y el alquiler son dos figuras completamente diferentes. Mientras que el arrendamiento obliga al inquilino a pagar una renta mensual y cumplir las condiciones del contrato, el usufructo implica usar una propiedad sin necesidad de abonar un alquiler. Esto, llevado al mercado de viviendas, podría espantar a los propietarios, que ya están mostrando una gran reticencia a seguir alquilando ante la inseguridad jurídica creciente.

Un mercado tensionado y cada vez más desequilibrado

El diagnóstico que hace Bernardos de la situación actual no deja lugar a dudas: el mercado del alquiler está roto. Y no por casualidad. A su juicio, las políticas del Gobierno (como el control de precios o la suspensión de desahucios)  han provocado una fuga de propietarios que prefieren retirar sus viviendas del alquiler o apostar por contratos de temporada. Esta falta de seguridad jurídica genera miedo entre los propietarios, que no quieren verse atrapados en situaciones legales complicadas, y también entre los inquilinos, que cada vez tienen más dificultades para encontrar una vivienda que puedan permitirse.

La consecuencia directa es el desequilibrio entre la oferta y la demanda: hay muchísimas personas buscando piso, pero cada vez menos viviendas disponibles. «Estamos ante el mayor desnivel de la demanda respecto a la oferta», sentencia Bernardos. Y añade que la rotación de viviendas se ha desplomado, porque ni los inquilinos se atreven a marcharse ni los propietarios se animan a poner sus pisos en alquiler. El resultado: precios disparados y una situación que no parece que vaya a mejorar a corto plazo.

¿Qué pasará en 2025? Más subidas, menos alquiler

El futuro próximo no es halagüeño para quienes viven de alquiler. Según Bernardos, en 2025 los precios seguirán subiendo, y no habrá un respiro fiscal ni económico que alivie la situación de los inquilinos. «Seguiremos pagando impuestos y el alquiler continuará subiendo», alerta el economista. Aunque el Banco Central Europeo bajará los tipos de interés y los bancos empezarán a conceder más crédito hipotecario, esto no beneficiará al arrendamiento, sino a la compraventa de vivienda.

De hecho, Bernardos considera que muchas personas empezarán a apostar por comprar, aunque sea con esfuerzo, porque el alquiler ha dejado de ser una opción viable a largo plazo. Mientras tanto, el precio de la vivienda en alquiler seguirá marcando récords en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, donde ya es difícil encontrar un piso por menos de 1.000 euros al mes. La conclusión es clara: si no se incentiva la oferta y se da seguridad a los propietarios, el mercado seguirá en caída libre.

La idea de un alquiler indefinido puede parecer una solución para proteger a quienes no pueden permitirse el lujo de comprar una casa, especialmente jóvenes o personas en situación vulnerable, pero Bernardos insiste en que la solución sería justo lo contrario: si los propietarios tienen miedo de no poder recuperar nunca su vivienda, directamente no la alquilan. Por tanto, los que más necesitan una solución rápida y accesible se quedarían fuera del mercado. El experto lo resume así: «La vivienda tiene que tener rotación para que todos puedan acceder a ella, no convertirse en un derecho vitalicio para unos pocos».

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