La OCDE constata una moderación en el crecimiento de España en julio
La OCDE ha constatado que la economía española ha sufrido una ralentización en su crecimiento en el arranque del tercer trimestre, coincidiendo con la quinta ola del coronavirus y las nuevas restricciones al turismo internacional, una de las bases de la economía española. Según el índice compuesto de indicadores líderes (CLI), que sirve como termómetro de la actividad económica mundial y como detector de cambios de tendencia económica, España marcó en julio 99,79 puntos, ligeramente por encima de los 99,45 puntos de junio.
Aunque se trata ya del noveno mes consecutivo que crece, desde la OCDE han señalado a EP que, en línea con lo visto para el conjunto de la economía mundial, «el ritmo de expansión del CLI para España, aunque sigue siendo bastante grande, ha mostrado signos de moderación este mes».
El termómetro económico para el conjunto de la OCDE se ha situado en julio en 100,83 puntos, frente a los 100,69 de junio, con una mejora mensual de 0,14 puntos y del 3,37 en un año, ofreciendo así signos de moderación del ritmo de crecimiento por encima de la tendencia, frente a la expansión estable del mes anterior.
La aparición de estos síntomas de moderación del ritmo de crecimiento por encima de la tendencia también es aplicable a la evolución del conjunto de la zona euro, cuyo CLI en julio fue de 100,84 puntos, frente a los 100,60 de junio, con una mejora de 0,24 puntos mensuales y 3,36 interanuales.
Las lecturas de los CLI de las mayores economías de la OCDE también sugieren la aparición generalizada de estos signos de moderación, que la organización aprecia en los casos de Estados Unidos (100,52 puntos), Alemania (101,93), Reino Unido (100,5) e Italia (101,91).
Francia, con una lectura de 98,91 puntos en julio, la OCDE señala la aparición de signos de moderación del crecimiento con el CLI del país galo aún por debajo de la tendencia.
En cualquier caso, debido al levantamiento gradual de las medidas contra la pandemia y al progreso de la vacunación, la OCDE ha alertado de que las incertidumbres pueden generar fluctuaciones «más altas de lo habitual» en los CLI y sus componentes.
«Como tal, los CLI deben interpretarse con cuidado y su magnitud debe considerarse como una indicación de la fuerza de la señal más que como una medida del grado de crecimiento de la actividad económica», ha apostillado la OCDE.
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