El nuevo socio de Repsol está pillado en Abengoa y financia a Opdenergy
EIG, el fondo de inversión estadounidense y nuevo socio de Repsol para el negocio de exploración y generación, está enganchado en la liquidación de Abengoa y financia a Opdenergy, según consta en la web corporativa del vehículo de inversión.
La alianza de EIG con Abengoa se inició en 2013 y en 2015 rubricaron un acuerdo por valor de 1.800 millones de euros para el desarrollo de diferentes proyectos. Los estadounidenses llegaron incluso a firmar un acuerdo no vinculante con la compañía sevillana para refinanciar la deuda de la española en 2016. Las negociaciones se dieron la vuelta y el fondo llegó a impugnar la reestructuración de deuda de la empresa presidida en aquel tiempo por Felipe Benjumea. La inversión actual de EIG está en la filial Abengoa Solar, que solicitó a finales de julio el concurso voluntario de acreedores.
Se trata de una de las 27 subsidiarias de Abengoa que se acogieron a preconcurso en junio, después de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) negase a Abenewco1, la filial donde Abengoa derivó todos los activos, el rescate solicitado de 249 millones de euros con cargo al fondo de 10.000 millones que el organismo dependiente del Ministerio de Industria activó a causa del coronavirus.
Opdenergy encontró el apoyo del nuevo socio de Repsol justo antes de su debut en el Mercado Continuo en junio. La compañía firmó una línea de crédito corporativo de 250 millones con el fondo y la gestora Generali Global Infraestructure para amortizar bonos senior en circulación y financiar sus planes de crecimiento. Además, realizó una disposición de 143,7 millones de nuevos bonos de esta financiación que cotizan en la Bolsa de Fráncfort. 106,3 millones se usarán para la construcción y desarrollo de proyectos. EIG también es administrador de liquidez de Forestalia, compañía a la que le ha prestado 140 millones de euros, crédito ampliable hasta los 200 millones.
Enagás consiguió deshacerse de su participación del 45,4% en su posición en la chilena GNL Quintero por 601 millones de euros al venderla al consorcio formado por EIG y la belga Fluxys. Ambas pasarán a controlar el 80% de la sociedad al quedarse también con la participación del fondo Omers. El 20% restante es de Enap, compañía estatal chilena.
EIG está posicionado con 41.500 millones de dólares en más de medio centenar de compañías energéticas y de infraestructuras repartidas en 38 países con una peculiar forma de invertir que combina criterios medioambientales (ESG) con una apuesta clara y firme por el gas y el petróleo. El fondo fue uno de los primeros en acogerse a los criterios ESG, en 2010, con apuestas por activos limpios, pero está invertido en cerca de una veintena de petroleras y gasistas o de infraestructuras para estas materias primas, como es el caso de Repsol. “Creemos en la inversión basada en principios de toda la cadena de valor del sector energético y en que hay que reducir las emisiones procedentes de las infraestructuras de combustibles fósiles”, se puede leer en sus informes.
El fondo está dirigido por su consejero delegado, R. Blair Thomas, que llegó en 1998, después de pasar por distintos trabajos entre los que se incluye formar parte de la administración de George Bush padre como asesor en política energética y presupuestaria. EIG está presidido por Randall S. Wade, en el fondo desde 1996 tras trabajar en el Bank of Texas.