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Nuevo cambio en las comunidades de vecinos: así afectará al alquiler desde abril

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Blanca Espada

Las comunidades de vecinos se preparan para un cambio que va a marcar un antes y un después en lo que respecta a alquiler de pisos, y que entrará en vigor el próximo mes. En concreto, será a partir del 3 de abril de 2025, cuando la Ley Orgánica 1/2025, de 2 de enero, traerá modificaciones en la Ley de Propiedad Horizontal, estableciendo nuevas condiciones para el uso de los inmuebles en régimen de alquiler dentro de las comunidades. Esta reforma busca regular con mayor control los pisos turísticos y otorgar más poder de decisión a las juntas de propietarios.

El auge del alquiler turístico ha generado controversia en los últimos años, especialmente en comunidades donde la convivencia se ha visto afectada por el trasiego constante de inquilinos temporales. Hasta ahora, los vecinos tenían un margen de maniobra limitado para regular o impedir la proliferación de estos alquileres en sus edificios. Sin embargo, con la nueva normativa, cualquier propietario que desee destinar su vivienda al alquiler turístico necesitará la aprobación de la comunidad de vecinos, evitando así el uso indiscriminado de las viviendas con fines turísticos. La decisión del Tribunal Supremo de reinterpretar el artículo 17.2 de la Ley de Propiedad Horizontal ha sido clave para que esta reforma salga adelante. La jurisprudencia establecida en sentencias previas determinó que las comunidades de propietarios pueden limitar o incluso prohibir el alquiler turístico mediante acuerdos tomados por mayoría de tres quintos en la junta de vecinos. Esto marca un antes y un después en la regulación de estas viviendas, poniendo fin a la falta de control que existía hasta el momento.

Nuevo cambio en las comunidades de vecinos

A partir del 3 de abril, los propietarios que deseen poner su vivienda en alquiler turístico deberán contar con el visto bueno de la junta de vecinos. Para ello, se requerirá que al menos tres quintos de los propietarios, que representen igualmente las tres quintas partes de las cuotas de participación, voten a favor. Este requisito no solo busca controlar la proliferación de estas viviendas, sino también garantizar que el resto de la comunidad esté de acuerdo con su presencia en el edificio.

Esta nueva medida responde a las quejas frecuentes de vecinos que han visto cómo la convivencia se deteriora por el ruido, el uso excesivo de las zonas comunes o la falta de respeto a las normas de la comunidad por parte de turistas. Ahora, serán los propios residentes quienes tengan la última palabra sobre si permitir o no este tipo de alquiler en su edificio.

Mayor poder para los presidentes de comunidad

Otra de las grandes novedades que introduce esta reforma es el refuerzo del papel del presidente de la comunidad de propietarios. A partir de abril, podrá requerir al propietario de una vivienda que cese inmediatamente la actividad de alquiler turístico si no cuenta con la autorización de la junta de vecinos. En caso de que el dueño del inmueble ignore la advertencia, la comunidad podrá emprender acciones legales para hacer cumplir la normativa.

Esta medida otorga más herramientas a los vecinos para combatir los alquileres ilegales o aquellos que generan problemas en la convivencia. Hasta ahora, muchas comunidades se encontraban en un vacío legal que les impedía actuar con rapidez ante situaciones problemáticas, pero con este cambio tendrán un mecanismo claro para hacer valer sus derechos.

Subida de la cuota de comunidad para pisos turísticos

Además del requisito de autorización previa y las acciones legales en caso de incumplimiento, la reforma contempla otro aspecto relevante: el incremento en la cuota de la comunidad para los propietarios que destinen sus viviendas al alquiler turístico. En concreto, se permitirá aumentar hasta un 20% la cuota mensual de estos pisos, como medida compensatoria por el mayor uso de los servicios e instalaciones comunes.

El argumento detrás de esta medida es que las viviendas turísticas generan un desgaste adicional en elementos como ascensores, escaleras, zonas de recreo y portales, debido a la alta rotación de inquilinos. Con este incremento en la cuota, se pretende equilibrar los gastos que asume la comunidad y evitar que el resto de los vecinos tenga que sufragar estos costes de manera indirecta.

La modificación de la Ley de Propiedad Horizontal representa un paso importante para dotar de mayor control a las comunidades de vecinos en lo que respecta a los pisos turísticos. Con la entrada en vigor de esta normativa, los propietarios ya no podrán alquilar su vivienda a turistas sin contar con el respaldo de la junta, y se establecen medidas concretas para hacer cumplir esta regulación.

Si bien esta reforma busca mejorar la convivencia en los edificios y garantizar un reparto equitativo de los costes asociados, también plantea interrogantes sobre cómo afectará al mercado del alquiler y a la rentabilidad de estos inmuebles. Lo cierto es que, a partir de abril, quienes tengan viviendas destinadas a alquiler turístico deberán adaptarse a un nuevo escenario en el que la opinión de los vecinos será determinante.

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