Análisis

Mr. Capitalismo: ¡Te renuevas, o mueres!

Ibex 35
Una imagen de la Bolsa de Madrid.

«El primer paso no te lleva adónde quieres ir, pero te saca de donde estás», Gisela Turazzini.

Permítanme comenzar hoy mi tribuna de opinión con una frase que ha moldeado mis pasos, mi forma de pensar, y mi destino en muchos casos. Llevo dándole vueltas todo el día a una idea que me he sugerido compartir con ustedes, mis fieles lectores, aquellos que cada semana brindan lealtad a mis ideas económico-políticas. Este fin de semana, a colación de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Wang Yi, máximo responsable de la política exterior de China, explicaba que China y Europa deben cooperar más para inyectar estabilidad en el mundo, y hacía referencia a dos cuestiones que bajo mi punto de vista son clave para el desarrollo de la economía mundial de los próximos años. Por un lado, remarcar que definitivamente China ha superado la pandemia y por otro, las presiones que desde China se realizarán para que Rusia y Ucrania busquen la paz. Así lo comunicó Wang Yi bajo una severa afirmación que Austria y Hungría ya habían anticipado, y es frenar el envío de armas pesadas a Ucrania, planteando por fin que la mejor manera de desescalar la violencia es no fomentarla. En mi opinión, dar una oportunidad a la paz nunca es ni será mala idea, la violencia siempre engendra violencia y la paz sólo se plantea cuando una de las dos partes propone con mucha inteligencia una de estas dos posibilidades; ganas de ceder, o asumir la derrota como el mejor desenlace posible para con un conflicto que mientras dure, únicamente traerá consigo dolor.

Estos dos aspectos son determinantes para comprender de qué manera los bancos centrales lograrán contener una inflación que en Europa necesita de mayor contundencia por parte del BCE para desescalar, y que en USA parece haber tocado un punto ciertamente complicado tras un dato algo peor de lo esperado durante la semana pasada. Queda claro entonces que el mayor endurecimiento monetario de la Fed desde la década de los 70 es una solución que afecta a corto plazo a la endeudada economía americana, pero que permite resolver con mayor celeridad el hito en cuestión permitiendo una reducción de tipos, incluso para este 2023 según ya descuenta el mercado.

Algo muy distinto sugiere el comportamiento de un BCE que sigue sin enterarse de qué va la película, para variar. ¿No les parece que el BCE mira con excesivo miedo su balance? A mi sí, además sin comprender que el coste de no hacer nada es muy superior al coste de actuar, y es que el miedo que tienen de que la subida de tipos ahogue el coste de financiación de su abultada deuda sigue permitiendo que la inflación se mantenga en el tiempo. ¿Acaso no es mejor pagar un sobretipo durante unos trimestres que un tipo alto durante una década? Así vamos, siempre tarde y mal. Sinceramente, creo que el BCE debería de hacerse un intership acelerado en la FED, a ver si aprenden algo.

Como les comentaba la semana pasada, el escenario neutral que baraja la FED es que el ‘soft landing’ de la economía americana permita a Jerome Powell desescalar la inflación sin sumir en una fuerte recesión a Estados Unidos, y me da que esta idea ya se ha arraigado en un Jerome que empieza a defenderse explicando que los rebotes en el proceso de desinflación son también una forma de afianzar las tendencias. Dicho de otro modo, que el rebote que vimos la semana pasada en el dato de inflación forma parte de un camino bajista, algo que por cierto comparto. Y es que si bien el primer tramo de caída en el dato de inflación ha sido muy vertical, el resto del proceso debería ser menos traumático y más controlado.

No creo que el debate en los precios de la inflación se produzca sobre el 6%, pero sí considero que esto sucederá en niveles más cercanos al 4%, que es la cifra en la que en nuestra división de Blackbird Reasearch consideramos que la inflación se mostrará dura de roer y en el nivel que probablemente, incluso la Fed, deba reexaminar su mandato. ¿Los motivos? Insisto, las fuerzas cambiantes en los costes laborales y el nuevo rol del Estado en la creación de moneda al amparo del pretexto de «urgencia».

¿Y qué pinta China en todo este desbarajuste? Pues para mi China es claramente el elemento decantandor de toda esta ecuación, y es que en gran medida la reapertura de su economía puede actuar como un necesario bálsamo sobre las cadenas de suministro, pero también retensionar la inflación vaciando unos inventarios que empiezan a necesitar de una bajada de precios para no convertirse en un problema para muchas compañías. Por otro lado, les cuento que la influencia que China pueda tener en Rusia podría inclinar la balanza de la inflación para el lado positivo, si es que finalmente se acercan posturas y se da fin a una guerra que como todas, es absurda y no debería ni haber empezado.

Es cierto, el primer paso jamás te lleva adónde exactamente quieres ir, pero no pueden negarme que te saca de donde estás. Y es por este preciso motivo que banqueros centrales, líderes políticos y el ‘establishment’ en general deberían reflexionar acerca de si este es el mundo que queremos seguir construyendo, o empezamos a dar pasos conjuntos hacia uno nuevo. Poner constantemente parches a esta situación política, económica y social lo único que nos hace es daño. ¿Sobrevivirá nuestro archiconocido mundo capitalista sin renovarse?, ¿o se dejará morir? ¡Quién sabe! Todo lo que la experiencia vale la pena que nos enseñe, nos lo enseña por sorpresa.

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