Moody’s deja de calificar a Grifols porque la información de la empresa es «insuficiente o inadecuada»
La agencia de calificación crediticia Moody’s ha comunicado este viernes al cierre del mercado que ha retirado los ratings sobre Grifols porque asegura que tienen información «insuficiente o inadecuada» para respaldar el mantenimiento de las calificaciones.
En concreto, Moody’s le ha retirado a la compañía catalana de hemoderivados el rating de familia corporativa de ‘B3’ -que significa altamente especulativo dentro de la categoría de bono basura- y el rating de probabilidad de incumplimiento (PDR) de ‘B3-PD’.
Asimismo, se han visto suprimidas las calificaciones de las emisiones de deuda sénior no garantizadas de ‘Caa2’ (peor aún que B3) de Grifols Escrow Issuer; las sénior garantizadas de ‘B2’; la sénior garantizada a plazo de B2 de Grifols y las sénior garantizadas de líneas de crédito bancarias de ‘B2’ de Grifols World.
Antes de la retirada, la perspectiva era ‘estable’ para todas las calificaciones.
Moody’s ya rebajó la calificación de Grifols de B2 a B3 a finales de junio, lo que provocó una nueva caída en Bolsa del valor. La agencia lo justificó por los niveles de apalancamiento de la compañía y su modelo de gobernanza, poniendo así fin a la revisión iniciada el pasado 5 de marzo por la menor generación de caja y el retraso en la publicación de sus cuentas auditadas.
La opacidad de la contabilidad de la biofarmacéutica catalana ha sido una de las principales acusaciones de los informes del fondo bajista Gotham City. Incluso la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) se vio obligada a elaborar un informe sobre la misma que encontró «deficiencias significativas», y le obligó a corregir sus cifras de enduedamiento.
Fuentes de la empresa aseguran que no entienden «a qué se refiere Moody’s con información inexacta porque tienen todas las cuentas auditadas y los números de la compañía son públicos». Por ello, no van a hacer una valoración de la medida.
En un plano temporal más reciente, Grifols ha culminado esta semana con una subida en Bolsa de un 9,39%, hasta situar la acción en 9,834 euros, tras haberse conocido este último lunes que la familia Grifols está negociando con el fondo Brookfield una posible OPA de exclusión sobre la empresa catalana.
En una comunicación remitida a la CNMV, la compañía catalana explicó que su consejo de administración, reunido de forma extraordinaria, recibió el domingo una petición a través de los accionistas familiares de Grifols y Brookfield Capital Partners «para permitir el acceso a determinada información» de la compañía a fin de llevar a cabo un proceso de ‘due diligence’ en relación a una posible adquisición de acciones de la firma de hemoderivados.
En dicho consejo se informó de que el propósito de la transacción sería la exclusión de cotización de Grifols en caso de que la operación se lleve a cabo finalmente.
De su lado, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, afirmó este jueves que el Gobierno tendrá «algo» que decir si se llega a producir la Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA), puesto que esta oferta «tendrá que pasar por los canales habituales».
Grifols atraviesa un año marcado por las acusaciones sobre su contabilidad realizadas el pasado enero por el fondo bajista Gotham City Research, en tanto que desde entonces la cotizada del Ibex 35 acumula una depreciación bursátil de más de un 36%.