Análisis

El mayor riesgo de la recuperación en España: que el dinero de los ERTE caiga en saco roto

Francisco Coll Morales es economista y coordinador del servicio de estudios de la Fundación Civismo.

hogares ahorro
La inflación golpea el ahorro de los españoles.

Esta semana la cerramos con muchos titulares que hacen referencia a la situación económica que atraviesa el planeta en estos momentos, así como al propio escenario económico que presenta España. Un escenario complejo y dinámico, pues tenemos que recuperar una economía que ya se posiciona como la más dañada de entre sus economías homólogas, además de la crisis sanitaria.

Los titulares que más destacan son, por un lado, el observatorio regional que ha publicado el servicio de estudios del BBVA, donde se muestran las perspectivas para las distintas autonomías que integran nuestro país, y una EPA que, aunque recoja un comportamiento bastante ambiguo del empleo y el paro, muestra una situación encubierta que preocupa en exceso. Y es que, el hecho de que los ERTE no computen nos deja una imagen final que no representa la realidad sobre el comportamiento del empleo en nuestro país.

Dicho esto, analicemos estos dos titulares. En lo que respecta a la publicación del observatorio regional publicado por BBVA Research, la entidad bancaria muestra que las mismas divergencias que resaltaba el FMI en sus predicciones sobre las distintas economías del planeta se dan en las distintas autonomías de nuestro país.

Mientras tenemos economías como Canarias y Baleares, donde cerca de un 50% de su PIB y su empleo dependen del sector turístico, tenemos otras, como Navarra, por ejemplo, que supeditan su economía a otro sector, la industria.

Por esta razón, el impacto en estas economías es muy desigual, dado que su estructura económica no es, ni mucho menos, la misma. En este contexto, debemos decir que unas economías presentan más fortalezas que otras. Aquellas más ligadas a sectores que han podido operar durante esta crisis, de la misma forma, se han visto menos perjudicadas.

Sin embargo, aquellas que supeditan su economía a sectores tan dañados como el turístico, siendo este el más dañado por esta crisis, presentan un mayor desplome. Por esta misma razón, tenemos economías que han caído un 9%, y otras que lo hacen un 11%.

En resumen, hablo de que el país precisa mirar y estudiar cada caso. Y en aquellos casos en los que las medidas aplicadas sean generalistas y no permitan un estímulo considerable, debemos intervenir para poner remedio y no ensanchar unos desequilibrios que, como viene arrastrando España desde hace años, nos dejan estadísticas como la de que una sola comunidad autónoma crea más empleo que 9 juntas.

Además, según el FMI, existen una serie de condicionantes que marcarán esta recuperación; siendo estos determinantes en esa evolución que registran las distintas economías.

Entre esos determinantes, destacan las políticas de estímulo, donde España, con un 3% del PIB, se aleja sustancialmente de otras economías como Alemania o Estados Unidos, que han inyectado el 9% y el 11% del PIB, respectivamente. También destacan los ritmos de vacunación y el control del virus, donde España sigue descolgándose de los ritmos de vacunación, a la vez que se retrasan las entregas.

Por último, destacan unas debilidades estructurales que, de acuerdo con el organismo, inciden en la recuperación económica. Atendiendo al plan de recuperación propuesto por el Gobierno, estas debilidades no prevén solventarse en el corto plazo; ni con la llegada de fondos europeos.

La EPA

En lo que respecta al segundo titular, el de la EPA, lo que nos muestran los datos es que el empleo en España, aunque evoluciona y va recuperando el dinamismo, no evoluciona tan favorablemente como se esperaba. En este sentido, es conveniente resaltar el papel de los ERTE.

Así pues, si comparamos con la pasada crisis, con el PIB cayendo a ritmos del 3,6% en 2009, la tasa de paro en España pasó de estar en el 14% en 2008, al 18%. En la presente crisis, con una contracción que se sitúa en el -11% del PIB, la tasa de paro ha pasado de estar en el 14% en el año 2019, al 16,2% en 2020. Esa notable diferencia entre la presente crisis y la pasada se explica por la presencia de los ERTE en la economía.

Sin embargo, pese al buen funcionamiento de los ERTE, seguimos con muchas empresas en una situación difícil y donde, como muestra el Banco de España, más del 30% de las mismas se encuentran al borde de la quiebra. Por esta razón, y aunque los ERTE hayan contenido la destrucción de empleo, el miedo de que estos ERTE acaben en despido crece con el paso de los días, y ante la incapacidad de reabrir completamente la economía.

Por lo que, en definitiva, es conveniente estar atentos a esta situación, pues la gran apuesta que ha supuesto destinar el capital que hemos destinado a los ERTE, de no cumplir con los objetivos, como suele ocurrir en el caso de España, caer en saco roto.

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