Otra de las denunciantes de Acuamed declarará como investigada por pagos fraudulentos a Bassat & Ogilvy
El llamado ‘caso Acuamed’ se encamina ya en la dirección opuesta a la que empezó, un supuesto caso de corrupción de la dirección de esta empresa pública en la etapa del PP, y apunta cada vez más a un caso de financiación ilegal del PSOE. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha citado a declarar en calidad de investigada a otra de las denunciantes de este caso, Gracia Ballesteros, por su supuesta implicación en unos pagos fraudulentos de 800.000 euros a Bassat & Ogilvy y al Instituto Cerdá, entre otros organismos, camuflados como pagos de materiales en la obra de descontaminación del pantano de Flix, en Tarragona.
Ya está imputada -investigada- en esta misma pieza separada del caso Azahara Peralta, otra de las denunciantes de esta supuesta trama que ahora se da la vuelta. Las dos eran -y son- directivas de Acuamed: Ballesteros era la gerente del proyecto y Peralta, la directora de la obra.
El principal denunciante es Francisco Valiente, el jefe de Ballesteros y Peralta en Acuamed hasta que fue despedido por el entonces director general, Arcadio Mateo -lo que desató la denuncia de estos tres directivos ante la Fiscalía Anticorrupción en 2014-. Valiente declaró el 16 de abril como testigo en esta pieza separada y se desmarcó de sus dos subordinadas, dejándolas sin argumentos.
Ballesteros tendrá que declarar, según el auto dictado por el juez el 12 de mayo y al que ha tenido acceso este diario, por los pagos de 800.000 euros a Bassat & Ogylvi, el Instituto Cerdá, SAWIA y SOREA por contratos tan dispares como hacer una campaña de publicidad o para pagar un festival de Jazz en la zona. Estos pagos los justificaron en las cuentas de la empresa pública Acuamed como pagos para comprar tablestacas, un material necesario para la descontaminación del pantano de Flix -que era el objeto real del contrato con FCC-.
Los pagos están registrados y han sido admitidos en sede judicial por Peralta en su declaración. La sospecha es que sirvieron para financiar ilegalmente al PSOE, como ha publicado este diario.
Hacienda desvela la trama de Ballesteros y Peralta
Hacienda también ha constatado el pago de esas facturas a empresas y para motivos que nada tenían que ver con la descontaminación del pantano de Flix ni con el material necesario para ello, las tablestacas. La Intervención General del Estado (IGAE), organismo dependiente de Hacienda, confirmó en un informe que obra en el sumario estos pagos fraudulentos.
Según la IGAE, el ‘modus operandi’ utilizado por Ballesteros, gerente del proyecto de 2012 a 2014, y por Peralta, directora de la obra, fue el siguiente. La descontaminación del embalse de Flix tenía un presupuesto total de 115 millones. El supuesto ‘engaño’ se centró en la partida de las tablestacas. Pues bien, las obras de colocación de las tablestacas finalizaron en octubre de 2012 con un presupuesto cerrado de 9,7 millones de euros. El precio de esta partida, por tanto, ya no tenía que subir más al estar finalizado el proyecto.
«Sin embargo, desde noviembre de 2012 el importe certificado y pagado en la unidad de obra de tablestacas sigue aumentando cada mes», dice la IGAE. En concreto, mes a mes se justificó el pago de facturas con cargo a tablestacas por 800.000 euros pese a que la obra estaba concluida. La IGAE confirma también que, tras hacer esos pagos irregulares a empresas ajenas a la obra, Peralta decidió en junio de 2015 sacar del presupuesto de la obra estos pagos y pasarlos a ‘Actuaciones correctoras por emergencias’. «En este concepto no se había certificado nada hasta esa fecha», advierte la IGAE. Peralta confirmó estos pagos en la Audiencia Nacional pero dijo que fue «con conocimiento de sus superiores». El juez ha pedido también a Acuamed las facturas y el plan de descontaminación del pantano.
Imputadas
Con esta nueva citación, Ballesteros ya está siendo investigada en dos piezas separadas del caso: en esta del desvío de fondos de la obra del pantano y en otra en la que está acusada de modificar un concurso para favorecer a una constructora en concreto, Contratas Vilor. Esto es justamente de lo que ha acusado a la antigua dirección de la empresa pública, denuncia que sigue en fase de instrucción cinco años después y sin que se haya concretado todavía el supuesto desfalco al erario público. La tercera denunciante, Peralta, está siendo investigada en este caso de las tablestacas.
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