Javier García del Río abandona definitivamente Sareb y fichará por Banco Santander
Javier García del Río abandonó la semana pasada la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), en la cual ocupaba el cargo de director general adjunto a la presidencia, después de que el pasado mes de abril renunciara al puesto de presidente ejecutivo. Ahora, García del Río negocia con Banco Santander su entrada en la entidad para dirigir una de sus sociedades ligada al negocio inmobiliario, según confirman a OKDIARIO fuentes del mercado.
En concreto, la dimisión de García del Río como presidente del banco malo estuvo motivada por la toma de control de la sociedad por parte del Estado, entre otras causas. No obstante, este se comprometió a continuar ligado a Sareb para que su salida no fuera tan radical. Por ello, García del Río aceptó el cargo de director general adjunto a la presidencia, «contribuyendo así a la continuidad en la consecución de los objetivos de la compañía», explicó la sociedad en su momento.
Sin embargo, la intención de García del Río era salir de la compañía a la mayor brevedad posible y, a penas tres meses después, lo ha hecho. El pasado viernes, abandonó Sareb y ahora negocia su futuro puesto al frente de una de las sociedades de Banco Santander.
Entre las posibles candidatas se encuentran Deva Capital, una plataforma de inversión y gestión de activos improductivos que lanzó hace tres años; Diglo, un servicer inmobiliario que gestiona 5.000 millones de euros en activos y préstamos; LandCo, la filial de suelos de Santander, Altamira Santander Real Estate, una tejedora de activos; y RetailCo, especializada en gestión de oficinas.
Nueva gestión
El cambio en la presidencia de Sareb tras la toma de control del banco malo por el Gobierno se debió a la dimisión de Javier García del Río. En teoría, su abandono se debía a «motivos personales». Sin embargo, fuentes conocedoras de la situación, aseguran que la principal causa fue la imposición de criterios políticos en la gestión de la sociedad y la bajada de sueldo que implica la nacionalización.
En concreto, Podemos ha visto en Sareb la oportunidad de oro para poder hacerse con el control de la mayor bolsa de activos inmobiliarios de España con la excusa de desarrollar «políticas sociales». Así se incluyó incluso en el Real Decreto de nacionalización de Sareb.
García del Río sucedió a Jaime Echegoyen al frente del banco malo con la intención de cumplir el mandato del mismo -liquidar los activos traspasados por las cajas de ahorros rescatadas antes de 2027- y con mentalidad de gestión de empresa privada. Con esta norma y estas presiones, tendría que haberla gestionado como una empresa pública y con criterios políticos y «sociales», no económicos. Algo a lo que no estaba dispuesto a acceder.
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