La inversión hotelera en España se hunde un 62% y retrocede a niveles de 2013
El sector hotelero sigue poniendo cifras al impacto que la pandemia ha causado en su negocio. Además del cierre de empresas, los ERTE o los ERE puestos en marcha, otra consecuencia directa es la contracción de la inversión, que se hundió un 62,1% en 2020 respecto al año anterior. En concreto, la inversión bajó hasta el entorno de los 900 millones de euros en 2020, frente a los 2.375 millones invertidos en 2019. El resultado supone retroceder a niveles de 2013.
El número total de habitaciones transaccionadas fue de alrededor de 8.300, distribuidas en unos 70 activos, incluyendo tanto las existentes como las futuras en proyectos de reconversión y desarrollo (frente a las casi 16.500 habitaciones y los más de 114 activos transaccionados en 2019), según la consultora internacional Christie & Co.
El análisis del destino de la inversión indica que en 2020 los destinos urbanos alcanzaron los 300 millones de euros de inversión, un
33% del volumen total, lo que supone un cambio importante con respecto al año anterior (59%). Mientras que el segmento vacacional acaparó dos tercios de la inversión total, recuperando en 2020, el protagonismo perdido durante 2019.
El perfil inversor también sufrió cambios significativos, dejando todo el protagonismo a las firmas de inversión (private equity y fondos core), con dos tercios de la inversión, mientras que los grupos hoteleros, debido a su necesidad de salvaguardar tesorería, y las socimis que se habían mostrado muy activas en los últimos años, quedan en un segundo plano. Por otro lado, creció el peso relativo de los inversores particulares y family offices en 2020.
El origen geográfico de la inversión también se vio muy afectado, con una disminución del 57% de la inversión doméstica, que en 2020 no representó más que el 27% de la inversión total. Destacaron el capital suizo (22%) y alemán (13%) en transacciones de cartera. Destaca la compra del Hotel Formentor por parte de un fondo con sede en Andorra (20%).
El perfil inversor también sufrió cambios significativos, dejando todo el protagonismo a las firmas de inversión (private equity y fondos core), con dos tercios de la inversión
El precio medio por habitación se vio alterado por una bajada del 12%, situándose en los 125.0000 euros. La consultora explica esta disminución principalmente por los descuentos aplicados por los inversores durante el 2020, junto con una actividad especialmente intensa en mercados secundarios (donde el precio por habitación es siempre menor).
Perspectivas para 2021
Todos los organismos e instituciones internacionales coinciden en
pronosticar una rápida recuperación económica para el 2021,
apoyada en las fuertes ayudas de gobiernos y bancos centrales y la
administración de las diversas vacunas aprobadas. «Sin embargo,
también parece evidente que la recuperación será asimétrica en
los diferentes países y sectores económicos», asegura el informe.
La consultora asegura que tras un año perdido para la práctica totalidad de la industria, las esperanzas del segmento vacacional están puestas en la temporada de verano y la segunda parte del 2021. Por ello su previsión es que muchas compañías hoteleras recurrirán a la venta de activos y/o a la entrada de socios financieros en su capital para sobrevivir a esta situación.
Por el lado comprador, existe una enorme liquidez esperando encontrar la oportunidad adecuada. Los expertos esperan un ajuste de precios este año aunque no creen que supere el 15-20% para activos y ubicaciones prime, mientras que sí puede alcanzar niveles elevados en activos menos estratégicos en ubicaciones menos privilegiadas.
Las esperanzas del segmento vacacional están puestas en la temporada de verano y la segunda parte del 2021
Igualmente, varias gestoras de fondos de cierto tamaño buscan
la compra de alguna operadora o la entrada en el accionariado
de alguna cadena. En definitiva, la consultora espera un 2021 con volúmenes de inversión hotelera más similares a los alcanzados entre 2016 y 2019, una vez que se aproximen las expectativas de compradores y vendedores, se abra el grifo de la financiación y se vea la luz al final del túnel de la pandemia.
«El 2021 puede ser el año del inicio de un proceso de consolidación del sector, fruto del reposicionamiento de muchos activos y de la posible absorción de alguna cadena pequeña y mediana, acelerando la modernización tecnológica y de marca, así como la profesionalización de nuestro sector», concluye el informe.
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