El infierno de una peluquera: «Doy cita cuando la luz es más barata para que no se dispare el recibo»
Las peluquerías agonizan por la subida del precio de la luz. El elevado consumo de electricidad que tienen este tipo de comercios por los secadores, planchas o máquinas de cortar el pelo ha provocado que los propietarios reciban facturas de las luz que duplican a las de hace un año. Una situación que ha obligado a los propietarios de los negocios a buscar fórmulas para ahorrar y no cerrar sus negocios.
Este es el caso de Roseni Lima, propietaria de una peluquería en Madrid, que se ha visto obligada a dar citas a sus clientes cuando el precio de la luz en el mercado regulado registra los precios más bajos. Un truco para ahorrar que no ha evitado que la peluquera pague el doble por tener el mismo consumo de electricidad.
«En mi peluquería, he apostado por cambiar las citas de mis clientas, cuyos tratamientos son más largos, para realizar los servicios cuando el precio de la luz registra su precio más bajo», confiesa la propietaria de Roseni Lima Peluquería. No obstante, la empresaria no ha podido evitar pagar el doble en el recibo de la luz de este último mes.
Sin embargo, no ha sido lo único que ha cambiado, Lima también se ha visto obligada a modificar sus precios ligeramente. «Mis proveedores han encarecido sus productos un 10% en lo que va de año, lo que me ha obligado a subir algunos tratamientos. Esta subida ha sido mínima, si para mí han sido 7 euros más de costes, yo sólo lo he elevado entre 1 y 2 euros para no perder clientela».
Además, Lima confiesa que en los últimos meses ha notado que los clientes optan por tratamientos más económicos por el miedo al contexto actual marcado por la inflación y los efectos derivados de la invasión rusa de Ucrania.