El impacto económico de las catástrofes naturales: pierden las aseguradoras y ganan las constructoras
La naturaleza ha golpeado con fuerza a Estados Unidos, México y El Caribe este mes de septiembre. Los huracanes Harvey, Irma y María y el terremoto que ha sacudido fuertemente Ciudad de México han arrasado con las calles, las casas y las vidas de cientos de personas. Entre los escombros que han dejado estas catástrofes naturales, se esconden miles de recuerdos que ahora, solo formarán parte de la memoria de los supervivientes.
A las pérdidas más importantes -obviamente las vidas humanas- se suman las materiales y económicas que vienen de la mano de estas catástrofes. Los fenómenos naturales salpican directamente a la economía de los países donde se producen, pero hay ciertas compañías que se ven especialmente perjudicadas: las aseguradoras. “Los desastres en general afectan a todos los sectores de la economía, según la magnitud y tipo de desastre. Pero en general, las compañías cotizadas más vulnerables, son las reaseguradoras”, explica a OKDIARIO Gisela Turazzini, CEO de Blackbird.
Sin ir más lejos, las pérdidas para el sector asegurador tras el paso del huracán Irma oscilarán entre los 20.000 y 50.000 millones de dólares según dos firmas especializadas en el cálculo de riesgos ante catástrofes –AIR Worldwide y Citi–; mientras que el paso del huracán Harvey podría costar hasta 20.000 millones a la industria de seguros estadounidenses, según estimaciones de JP Morgan Chase.
Arma de doble filo
“Las compañías aseguradoras sufren graves consecuencias, al tener que pagar las consecuencias de los mismos, pero a su vez, las reaseguradoras, que aseguran a éstas, son las que verdaderamente sufren con los desastres naturales”, apunta Turazzini.
Otros sectores que pueden salir perjudicados son el energético, por el aumento de precios o el turismo, por la pérdida de visitantes. “Podemos encontrar vulnerabilidad en los precios de la energía, puesto que la afectación de zonas geográficamente productoras de energía puede afectar a la producción o al suministro, generando una estrangulación sobre la oferta y subiendo los precios”, indica.
En este caso, el huracán Harvey azotaba con fuerza a las empresas petroleras de Estados Unidos: Shell, Exxon Mobil, Philips 66 y Valero tuvieron que cerrar sus plantas y parar sus producciones en Houston (Texas), como consecuencia de las graves inundaciones que sufría el país. La tormenta arrasaba con la producción petrolera de la zona, que llegó a reducirse más de un 20%, según los analistas.
Sin embargo, la parcela de la construcción en la economía puede salir ganando en esta batalla perdida para las aseguradoras. “Siempre tiene una contraparte positiva, especialmente para las constructoras, lo que incluso puede llegar a tener un efecto positivo sobre la demanda agregada”.
Efectos a corto plazo
“La experiencia habla por sí sola. En el muy corto plazo, esta devastación tiene efecto, pero hay que tener en cuenta que a medio y a largo plazo existen fondos internos por parte de las economías que se destinan o se apartan para cuando sucede esto, poder reparar esos daños”, señala el analista de XTB Alejandro Núñez.
Por tanto, esta situación tiene fecha de caducidad para la economía. “La hucha está preparada y el impacto en la inflación anual es mínimo. Prácticamente es inapreciable”, mantiene.
Lo mismo sucede con la Bolsa: puede tener efectos a corto plazo, pero nada que se alargue en el tiempo. No registran fuertes recortes a largo plazo. “Habitualmente no. Las consecuencias en la Bolsa pueden ser menores. Se genera volatilidad moderada en estos casos, sin alterar en ningún caso la tendencia primaria del mercado”, sostiene Turazzini.
Y muchos se preguntarán: ¿es buen momento para invertir? Los expertos subrayan que los inversores pueden “aprovechar la volatilidad a corto plazo” para invertir a medio o largo plazo.