Mercados

La guerra comercial sacude nuevamente a la economía

Trump lanza una nueva ofensiva a China con un incremento en materia arancelaria. Los mercados se desploman ante el nuevo episodio de una interminable guerra comercial.

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Donald Trump, presidente de Estados Unidos. (Foto: AFP)

Cuando todo parecía tener fin, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ha puesto en marcha un nuevo ataque arancelario contra China. En pleno mes de mayo, cuando, como decimos, todo parecía haber llegado a su fin en materia de guerra comercial entre los dos principales bloques económicos, la batalla por el liderazgo en el comercio global rebrota de nuevo, devolviendo el riesgo a la economía.

Aunque muchos hablaban sobre la guerra comercial como un fenómeno improbable y extinguido tras las diversas reuniones que mantuvieron, los Estados Unidos, con el viceprimer ministro chino, el presidente ha atacado nuevamente con la amenaza de imponer aranceles del 25% sobre las importaciones de origen chino, en su ansiado deseo de reducir el déficit comercial que posee el país en relación con China.

Como ya hemos comentado en diversas ocasiones, Donald Trump, desde su proclamación como presidente de los Estados Unidos, anunció el deseo de reducir una balanza comercial que, para Estados Unidos, era muy negativa. Para Trump, el comercio global se enriquecía a costa de empobrecer a la economía norteamericana. Ante ello, decidió imponer aranceles al gigante del comercio global, China, con el fin de limitar su poder en el mercado internacional.

Muchas han sido las disputas entre Washington y Pekín. No obstante, cuando todo parecía tener fin, cuando se planteaba la celebración de una cumbre en la que los Estados Unidos y China, las dos economías más robustas del mundo, solucionasen todos sus conflictos y pusiesen fin a la gran amenaza que representaba la guerra comercial a la economía y el PIB mundial, Estados Unidos lanza una ofensiva de imponer un incremento arancelario ante los malos datos que arroja la balanza comercial.

Y es que, desde que Donald Trump es el presidente de los Estados Unidos, la balanza comercial en el país no ha dejado de empeorar, como muestra el gráfico anterior. Unos datos que han alarmado al presidente y que le ha llevado a acometer nuevas reformas en las barreras de entrada impuestas al gigante asiático. Una historia sin fin y que ya empieza a alarmar a la economía china, que impulsó la mayor rebaja fiscal de su historia para contrarrestar los efectos de la guerra.

Este lunes, tras las declaraciones de Trump, el rojo se adueñó de las principales bolsas del mundo. Tal fue el fenómeno causado por las declaraciones de Trump que el mismo Warren Buffet se manifestó para dar su opinión acerca de lo ocurrido. Y es que, como el mismo Buffet reconoció, la disputa comercial es un mal aliado de la economía. La economía global se enfrenta a una desaceleración económica, la guerra comercial podría ser un agravante.

Tras la noticia, los principales índices bursátiles de Wall Street cerraban en negativo. Concretamente, en el caso del Dow Jones, este sufrió un decremento del 0,25%, el Nasdaq, principal índice tecnológico del país, retrocedía otro 0,50%, mientras que en el caso del S&P se dejaba un 0,45% durante la jornada bursátil. En China, los mercados tampoco se mostraban más optimistas. Durante la jornada bursátil, la bolsa de Shanghái se dejó un 5,60%, el peor registro a la baja de los últimos tres años.

No es necesario que lo diga el mismo Warren Buffet para darnos cuenta que la economía no atraviesa su mejor momento. La desaceleración económica, pese a los repuntes registrados en los principales bloques económicos tras los resultados del primer trimestre, es un hecho y no podemos mostrar una actitud impasible ante la moderación de las principales macromagnitudes de las economías desarrolladas.

Según la Organización Mundial del Comercio (WTO, por sus siglas en inglés), el comercio global, ante el deterioro que está sufriendo el balance de riesgos a nivel global y las tensiones comerciales entre los principales bloques económicos, entre los que se incluye Europa, está sufriendo una desaceleración. Una desaceleración que ha llevado al organismo a moderar sus previsiones en materia de comercio, registrando contracciones en el comercio global. Unas contracciones que, por otro lado, agravan la moderación que, a su vez, iba a experimentar la economía mundial.

Comercio global

El comercio global es un gran agregado para el PIB mundial. Tal es su importancia que China o Alemania, dos de las principales economías del mundo, poseen un gran porcentaje de su PIB supeditado al comercio. Además, si miramos la contribución, el aporte, que realiza el comercio global al PIB mundial, desagregando los aportes, podemos darnos cuenta de la importancia del comercio para el crecimiento de las economías.

Como digo, aunque pueda sonar redundante, estamos en un mundo cada vez más globalizado. A su vez, la economía precisa de una inmediata reducción de riesgos, ya que son estos los mismos que están generando los problemas que la economía está experimentando a nivel global. Los riesgos, la incertidumbre, sigue penalizando una economía que, pese a los buenos registros del primer trimestre, sigue moderándose.

Si algo no podemos permitir es que en un escenario donde la economía corre el riesgo de encarrilar una nueva recesión, los líderes políticos actúen libremente y sin tener en cuenta las posibles consecuencias que surten sus palabras en los mercados. Está claro que, tarde o temprano, Estados Unidos tendrá que tomar decisiones y poner fin al bloqueo comercial, pero si es cierto que las negociaciones no dejan de alargarse y que ya hace más de un año que los dos principales bloques económicos iniciaron esta disputa.

Bloqueo comercial

El bloqueo comercial, observando su efecto en la economía, no es más que un lastre para el crecimiento económico global. Un lastre para uno de los principales agregados del PIB mundial y, en lugar de mostrar un actitud de dialogo, los líderes, en este caso Donald Trump, siguen echando más leña al fuego, reavivando, como hemos dicho, los mismos riesgos que sacuden a la economía global.

En resumen, estamos nuevamente ante una encrucijada que pone en jaque a la economía mundial. El bloqueo comercial no es un buen aliciente para el crecimiento económico global y su fin podría significar un buen avance de las economías, ya que el desbloqueo no solo anima a los mercados, sino que también hace que los capitales fluctúen mediante el intercambio global. Por ello, debemos ser conscientes de la situación y del escenario que vivimos.

La economía se está moderando, añadir riesgos que puedan desacelerarla de una forma más intensificada no es la solución. Por ello, los líderes políticos, en un momento donde sus actuaciones juegan un papel determinante, deben mostrar una actitud más cautelosa. No podemos actuar de una forma deliberada en la toma de decisiones, pues la economía global necesita menos tensiones y más cooperativismo, como anunció en Davos el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Francisco Coll Morales es economista y analista del Foro Económico Mundial.

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