El Gobierno impide, en plena crisis, la publicidad de las casas de apuestas en los medios privados
El Ejecutivo prohíbe a televisiones, radios y periódicos, emitir publicidad de las casas de apuestas y juegos online durante el día, siendo este uno de los pocos sectores que aún invierten en los medios.
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Sin ningún paquete de medidas dirigido a los medios de comunicación para paliar la crisis, pese a considerarlos esenciales, el Gobierno socialcomunista da un nuevo golpe a los ingresos de la prensa.
Mientras la publicidad ha disminuido más de un 50%, el Ministerio de Consumo, dirigido por Alberto Garzón, ha prohibido que uno de los pocos sectores que todavía se publicitaban, las casas de apuestas, puedan hacerlo con normalidad. Con esta prohibición el ministro comunista quiere «evitar que las casas de apuestas hagan negocio con la preocupación y la ansiedad de la gente».
El Ejecutivo prohíbe a televisiones, radios y periódicos, emitir publicidad de las casas de apuestas y juegos online durante el día. Estas empresas, que por su naturaleza virtual todavía mantienen la actividad, solo se podrán anunciar en los medios de comunicación entre la una y las cinco de la madrugada. Durante ese corto plazo de tiempo de cuatro horas en el que podrán promocionar sus negocios, además, no podrán apelar al aburrimiento de los jugadores. Tampoco podrán ofrecer bonos, descuentos o regalos como incentivos.
Esta medida, según el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, tiene como principal objetivo «proteger a la ciudadanía más vulnerable de la sobreexposición a la publicidad de apuestas y del juego». Afirma Iglesias que «en un contexto de confinamiento se hace aún más necesario proteger a las personas que tienen problemas con el juego».
Tras ser nombrado ministro, Garzón, ya se puso la limitación de la publicidad de las casas de apuestas como una prioridad. Ahora, aprovechando la crisis del coronavirus, ejecuta la medida por la vía de urgencia sin dar una alternativa a los medios de comunicación que perderán una parte muy importante de sus ingresos en pleno inicio de una nueva recesión económica, que pondrá en peligro la viabilidad de muchos proyectos periodísticos.