Los ganaderos exigen sacrificar a los jabalíes de la zona afectada por la peste pero Aagesen lo impide
"Tienen que entender que se tienen que matar jabalíes", han sentenciado los representantes del sector
El Gobierno investiga si el virus de la peste porcina salió de un laboratorio

Los ganaderos han pedido este viernes al ministro de Agricultura, Luis Planas, que se sacrifiquen a todos los jabalíes de la zona afectada por la peste porcina africana. En ese concreto, todas las principales asociaciones de España coinciden en que el aumento descontrolado de la fauna salvaje, provocado por las restricciones a la caza, es la principal causa de la expansión del virus. Por otro lado, alguno de los representantes de estos trabajadores ha señalado explícitamente a la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, por su veto a la caza.
En ese sentido, Jaume Bernis, responsable del sector porcino en Coag, ha asegurado tras la reunión con planas que «aquí hay un papel muy importante por parte de Transición Ecológica», y acusa a Planas de «quitar hierro» al papel de este Ministerio: «No lo entendemos».
Según Bernis, lo que está sucediendo «se ha generado en la fauna salvaje por la gestión que ha realizado Transición Ecológica». Es decir, «hay un trabajo que no se ha hecho en» los animales salvajes como los jabalíes por parte del departamento que dirige Sara Aagesen.
Pere Roqué, presidente de Asaja Cataluña, ha coincidido en que «la densidad de fauna salvaje que tenemos en este momento se tiene que bajar sí o sí, que es la causante del gran problema en el sector porcino». El representante ganadero ha sido tajante: «Tienen que entender que se tienen que matar jabalíes».
Roqué, además, ha mostrado su preocupación por como muchos sectores están aprovechando la situación para promover ideologías que perjudican directamente a la economía del país: «Se está haciendo una campaña muy fuerte en contra del sector porcino español a través de entidades animalistas».
Las soluciones de los ganaderos a la peste
Por otro lado, los ganaderos no entienden por qué los cerdos de las granjas no se llevan al matadero para su posterior comercialización, puesto que todos dan negativo en la peste. Para ellos, si se ha demostrado que no tienen la enfermedad, se debería de seguir con el proceso con total normalidad.
De hecho, los representantes de las principales organizaciones agrarias coinciden en que esto rebajaría la tensión sobre posibles expansiones del virus. Darle salida al ganado de la zona afectada dificultaría una hipotética multiplicación de la peste.

Si a esto se le suma la petición anteriormente mencionada de dar caza a todos los jabalíes de la zona, el problema estaría resuelto, según ellos. Para los representantes del campo, esto no sería más que un pequeño esfuerzo de unos pocos millones que ahorraría un gran disgusto a las exportaciones españolas, valoradas en más de 8.000 millones de euros en este sector.
Todo esto en un contexto en el que el Gobierno de Sánchez está investigando si el virus detectado en Barcelona podría proceder de una instalación de confinamiento biológico y no de animales o productos infectados. Si esto fuera así, el origen habría sido en un laboratorio, pero rápida su expansión se habría debido a estos animales salvajes.