El fondo que ha comprado Lladró asegura que no tocará la plantilla de la compañía de porcelana
Los Lladró, un apellido ligado al éxito, a las élites y al dinero. Juan, Vicente y José son los hermanos que pusieron en pie el imperio de la porcelana y también los que lo han visto caer. Tras años de desencuentros familiares, los Lladró han llegado al acuerdo de vender su empresa a PHI Industrial. Alexander Wit, director del fondo de inversión confirma a OKDIARIO que la transacción se cerrará la semana que viene y asegura que no tienen en mente tocar la plantilla. De cuánto ha pagado el fondo por Lladró nada se sabe, Wit rechaza desvelar la cifra con la que se va a cerrar la operación por respeto y confidencialidad.
Los de PHI Industrial se han impuesto a otras ofertas que había sobre el tapete de juego, entre ellas una del propio clan Lladró. José ha presentado una oferta por una parte del capital social de la firma de porcelana, aunque no en su totalidad. Poco podía hacer contra la oferta del fondo que había ofrecido comprar el 100% de las acciones.
Tras hacerse pública la convocatoria de la junta de accionistas, Sodigei (sociedad que controla Lladró) remitió un comunicado a los trabajadores para intentar tranquilizarles sobre la venta como un proceso dirigido a asegurar la viabilidad de la firma, donde trabajan unos 700 empleados tras los sucesivos ajustes de empleo emprendidos a lo largo de los últimos años.
“No tenemos previsto cambiar la producción. Los artistas/artesanos y el know how de esta empresa está en Valencia y consideramos que la gente tiene que seguir ahí para salir adelante”, concluye Wit al otro lado del teléfono. En el mes de junio la plantilla de Lladró ya se enfrentó a un recorte, se pactó un ERTE de 85 días para el año pasado y la prejubilación de 40 trabajadores, prevista inicialmente para el mes de octubre.
Las ventas han bajado, de eso no hay duda, pero Wit defiende que la porcelana se sigue vendiendo, “aunque una cosa son los gustos de Europa y otros los de Asia o EEUU”. Desde PHI Industrial explican que quieren impulsar la modernización que la familia Lladró ya empezó, pero potenciándolo de una manera más rigurosa para conseguir éxito” y volver a ver brotar los números verdes.
De momento, desde el fondo de inversión no quieren dar plazos para la consecución de sus objetivos. “Cuando entramos en una empresa, tenemos la obsesión de sacar valor y tener un plan de negocio. No tenemos una fecha de salida, al contrario, ni lo hablamos. Queremos hacer cambios importantes, pero cada empresa es un mundo”, explica a este periódico el líder de PHI Industrial.
De 200 millones de facturación al año a 35 millones
En sus buenos tiempos Lladró facturó hasta 200 millones de euros anuales, el pasado 2015 la facturación no alcanzó los 35 millones de euros. La caída de las ventas, el cambio de los gustos del consumidor y las peleas internas han puesto entre los pies de los caballos a Lladró. Y es que a este culebrón no le falta de nada: intrigas, celos, disputas familiares o dimisiones. Ni un ingrediente le falta a esta familia mal avenida, como muchas otras, que aparece de manera consecutiva en la lista de los más ricos de España de Forbes.
En los años 50 comenzaba el negocio de las porcelanas, años más tarde los Lladró eran una marca que estaba en los salones y estancias del más granado público. El nombre de los Lladró llegaba hasta Nueva York, allí abrió en los años 80 una tienda-museo de nueve pisos. Y no en Queens precisamente (qué sí, hoy está muy de moda), ofreció sus porcelanas hechas en hornos morunos en la Quinta Avenida, en Rodeo Drive y Central Park.
En 2007 se tomó la determinación de subastar el holding y el 70% de las acciones estaba en manos de Juan y sus tres hijas (Ángeles, Mari Luz y Rosa); y el 30 % restante, a partes iguales, entre los otros dos hermanos, José (y sus dos hijas) y Vicente (y sus tres hijos).
Temas:
- Venta