La española Wallbox irrumpe en la Super Bowl con un anuncio para reforzar su marca en Estados Unidos

El proveedor español de soluciones de recarga para vehículos eléctricos Wallbox redobla su apuesta por Estados Unidos emitiendo nada menos que un anuncio en la Super Bowl, la final de fútbol americano que se celebrará el próximo 13 de febrero. La compañía española quiere aprovechar la enorme audiencia del mayor espectáculo deportivo del país, que se emite en todo el mundo y su audiencia ha llegado a superar los 120 millones de espectadores, para promocionar su marca y reforzar su posicionamiento en el mayor mercado del planeta.

Con esta iniciativa, Wallbox entra en el selecto grupo de empresas españolas que han logrado colocar publicidad en este evento exclusivo, después de que ya lo hiciera en 2005 Grupo Cosentino, una compañía familiar con sede en Almería, que consiguió que sus productos Silestone, primera marca mundial en superficies de cuarzo, se vieran en todo el mundo durante un descanso del partido.

The David Agency, agencia de publicidad responsable de campañas publicitarias para clientes como Heinz, Burger King o Budweiser, está trabajando en el desarrollo del spot del que más adelante se publicarán todos los detalles, informó la compañía, que no desveló la cantidad que pagará por ese espacio en medio del espectáculo, aunque, para hacerse una idea, algunos anuncios de 30 segundos en la Super Bowl suelen superar los 5,5 millones de dólares.

Esta estrategia busca dar a conocer sus soluciones de carga para vehículos eléctricos y consolidarse como «una de las empresas impulsoras del gran cambio tecnológico en el que el mundo de la movilidad sostenible está inmerso», explicó Wallbox en una nota de prensa.

En concreto, «en Estados Unidos, cualquier persona que esté pensando comprarse un vehículo puede ser un comprador potencial tanto de un vehículo eléctrico como de un cargador», señaló la empresa, que esgrime estudios que demuestran que la mayoría de los estadounidenses contemplan la compra de un coche eléctrico.

Los planes de la Administración Biden, catalizador para Wallbox

Wallbox, una startup que entró hace un año en Estados Unidos y debutó en la Bolsa de Nueva York el pasado octubre en una operación que valoró al grupo en 1.300 millones de euros, alcanzando así el estatus de unicornio, quiere aprovechar el actual contexto en el que la movilidad de cero emisiones está en plena expansión, al socaire de los planes de la Administración Biden, que tiene como objetivo que el 50% de todas las ventas de coches nuevos sean de coches eléctricos para 2030.

A principios de este mes, la empresa barcelonesa presentó su nuevo cargador bidireccional Quasar 2 en la feria de electrónica más grande del mundo, el CES (Consumer Electronics Show), en Las Vegas. Este cargador de última generación ha sido diseñado específicamente para el mercado norteamericano, donde es habitual que las casas sufran apagones de corriente eléctrica porque el cableado está muy expuesto a los efectos meteorológicos.

En el tercer trimestre, Wallbox registró ventas por valor de 1,9 millones de dólares en el mercado estadounidense, donde el Pulsar Plus ya es uno de los cargadores para vehículos eléctricos más vendidos, elevando el total acumulado en los nueve primeros meses del año a 3,7 millones de dólares. El plan de crecimiento y expansión en Estados Unidos de Wallbox continuará a lo largo de 2022 con la puesta en marcha de una nueva fábrica -la cuarta para la compañía-  en Arlington (Texas). El grupo prevé invertir más de 44 millones de dólares y, según las previsiones, permitirá crear 250 puestos de trabajo.

Wallbox, que ha mantenido su posición como uno de los líderes de ventas en cargadores para vehículos eléctricos en Amazon, obtuvo unos ingresos totales en el tercer trimestre de 2021 de 22 millones de dólares, lo que supuso un incremento interanual del 250%, mientras que en los nueve primeros meses del ejercicio acumuló unas ventas de 55 millones, un 280% más respecto al mismo lapso de 2020 y un 16% por encima de las previsiones de la compañía.