España supera a Italia en todos los principales indicadores macroeconómicos
Tras el estallido de la crisis, nuestro país se convirtió en el patito feo de la Unión Europea, el déficit se desbocó alcanzando el 11% sobre el PIB y la tasa de paro superó el 26%. Ahora, el desfase en las cuentas públicas sigue siendo uno de los más altos de Europa, pero España supera a Italia en los principales indicadores macroeconómicos: el crecimiento es más fuerte, la deuda es menor y la banca está saneada.
Lo cierto es que la economía española ha mantenido un rumbo de crucero en 2016 y, en las últimas semanas, multitud de organismos han revisado al alza el crecimiento final para este año. BBVA elevó al 3,3% sus previsiones de expansión de la economía para 2016, y el Banco de España hizo lo propio hasta el 3,2%.
Un estudio elaborado por Oxford Economics, señala que España, tradicionalmente más pobre que Italia, ha superado al país transalpino en casi todas las métricas económicas: «El crecimiento es más fuerte, la deuda es menor y los bancos del país vuelven a conceder préstamos sin el estorbo de los activos tóxicos. La tasa de crecimiento potencial de España es ahora el doble que en Italia y la diferencia de rentabilidad se ampliará aún más en la próxima década».
En 2017, España superará en renta per capita a Italia por primera vez y se espera que la diferencia continúe creciendo en la próxima década. Entre las razones que recoge el informe de la Universidad de Oxford destaca que España se ha convertido en un país más productivo tras la crisis, mientras que Italia se ha estancado a pesar de haber llevado a cabo algunas reformas importantes. «Ambos países tienen perfiles demográficos adversos, pero con diferentes niveles de acumulación de capital con un mayor potencial de crecimiento para España», señala el estudio.
La reestructuración y recapitalización del sistema bancario español en 2012 marcó un punto de inflexión al fortalecer el sistema financiero del país, a diferencia del sector bancario italiano que sigue lastrado por los préstamos dudosos y la falta de una solución sistémica. La deuda pública de España es menor que la italiana, pero presenta un déficit fiscal estructural que requerirá una revisión completa con el fin de garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Tal como apunta Oxford Economics, el clima político se está moviendo en direcciones opuestas en ambos países. Y es que España, tras más de diez meses de estancamiento, finalmente tiene un nuevo Gobierno. En Italia, sin embargo, el primer ministro italiano, Mateo Renzi, se juega su futuro político en el referéndum del domingo.
«Una victoria del ‘sí’ podría traer más estabilidad y más reformas, mientras que un rechazo traerá una nueva crisis política. A medida que las encuestas muestran que el «no» cada vez tiene más posibilidades de ganar, los inversores están abandonando los bonos italianos, lo que ha derivado en que la diferencia de rentabilidad entre los dos países sea la más amplia en cuatro años», concluye el estudio.