España eleva su deuda externa hasta el 169% del PIB y alcanza los 2,058 billones en el primer trimestre
Los datos del Banco de España también muestran que la posición de inversión internacional (PII) neta de España tuvo un saldo negativo de 945.000 millones de euros durante el primer trimestre de este año, lo que representa el 77,7% del PIB, frente a los 931.000 millones del trimestre anterior (77% del PIB). La PII recoge la cuenta financiera de la economía española con el exterior y otras variaciones de activos y pasivos en el exterior.
La autoridad monetaria estima que un porcentaje de la PII por encima del 70% aumenta de manera importante la vulnerabilidad de la economía española, por lo que considera que es aconsejable que se sitúe por debajo de este porcentaje, que actualmente supera ya en casi 8 puntos.
La posición de inversión internacional, excluyendo el Banco de España, alcanzó un saldo negativo de 734.000 millones de euros en el primer trimestre de este año, saldo más deudor que el observado tres meses antes (-716.000 millones), debido sobre todo al saldo negativo de los otros flujos en 15.400 millones por el aumento del valor de los instrumentos emitidos por residentes incluidos en los pasivos, superior en impacto al de los instrumentos emitidos por no residentes incluidos en los activos.
De su lado, la necesidad de financiación de la economía española, medida por el saldo conjunto de las cuentas corrientes y de capital, alcanzó los 4.900 millones de euros entre enero y marzo, superior a los 1.200 millones registrado un año antes. En términos acumulados de cuatro trimestres, la capacidad de financiación fue de 13.800 millones (el 1,1% del PIB), frente a los 17.400 millones acumulados en el conjunto de 2018 (el 1,4% del PIB).
Asimismo, la inversión directa, que incluye las posiciones entre empresas de un mismo grupo, registró en el primer trimestre un saldo negativo de 76.000 millones de euros, frente a -78.000 millones del trimestre previo, resultado de una contribución positiva de los otros flujos en parte compensada por una negativa de las transacciones.
Por último, la inversión en cartera, correspondiente a las inversiones en valores negociables que no son inversión directa, excluido el Banco de España, registró un aumento de su posición neta deudora, pasando de -522.000 millones en el cuarto trimestre de 2018 a -563.000 millones en el primer trimestre de este año; mientras que la otra inversión, que incluye en su mayoría préstamos y depósitos, registró un saldo negativo de 83.000 millones, por debajo de los 108.000 millones del trimestre anterior.