Las energéticas piden a Cuerpo suavizar ya el impuestazo y que sólo se aplique sobre el beneficio real

Las grandes energéticas han solicitado al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, así como a los equipos técnicos de otras carteras ministeriales, la modificación del hecho imponible del gravamen temporal cuyo plazo de presentación e ingreso del primer pago anticipado correspondiente al ejercicio 2023 comienza el próximo jueves, 1 de febrero. Las entidades obligadas confirman a OKDIARIO que han trasladado al ministro que «aún está a tiempo de hacer varios cambios» para suavizar el impuestazo. Las mercantiles proponen a Cuerpo no someter a tributación las ventas, sino los beneficios reales, «tal y como hacen los vecinos comunitarios».

Quedan dos días, incluido este martes, para que se abra el plazo de los primeros 20 días naturales de febrero en los que las grandes energéticas deberán ingresar el 50% del impuestazo. Un tributo que se calcula sobre la base de sus ventas correspondientes al pasado ejercicio. En concreto, según reza el texto legal, sobre el «importe neto de la cifra de negocios» por la actividad desarrollada en España.

«Algunas han sido las que más impuestos han pagado a la Hacienda española el año pasado y a otras les ha supuesto hasta pérdidas en su cuenta de resultados», señalan fuentes de una de las grandes energéticas a este periódico, a lo que agrega: «Está claro que hay algo que no es justo en el funcionamiento en este tributo que nos impusieron sin tiempo siquiera para reaccionar». Y es por eso que encomian a Cuerpo para que «imite al entorno europeo y no ya acabe con un impuesto que vino para ser temporal y que otros países ya han eliminado, sino que al menos se calcule «sobre nuestros beneficios reales».

En 2023, uno de cada 6 euros se destinaron a este impuestazo. Fuentes de otra energética explicaron a este periódico a finales del pasado año que no se niegan a pagar impuestos y ahora coinciden en que el «Ejecutivo debería rediseñar el impuesto».

Algunas como Repsol ya han advertido que si el futuro marco fiscal estatal no ayuda, sus inversiones mirarán a otros lados, como Portugal o Francia. El grupo presidido por Antonio Brufau fue el que más ingresó al fisco español, con una factura fiscal de 450 millones de euros.

Otras, como Cepsa, fue la que más se vio afectada por el tributo impuesto por el Gobierno. En términos relativos, la petrolea pagó 323 millones de euros -el 29% de sus beneficios de 2022-. Un ingreso que le hizo entrar en pérdidas, a efectos contables, durante los nueve primeros meses del pasado 2023: obtuvo un ebitda de 1.165 millones de euros, un 53,3% menos en comparativa interanual con 2022. Una situación que, junto al hecho de que no tiene en cuenta los cambios en las valoraciones de los activos, le hizo perder 116 millones de euros hasta el pasado septiembre. Este ejercicio, dado que la referencia para el cálculo del impuestazo son las ventas, podría llegar a pagar incluso más, pues éstas se incrementaron en 2023.

El ‘impuestazo’ es discriminatorio

Al igual que la banca, las energéticas también han comunicado a Cuerpo que el impuesto presenta visos de «ser discriminatorio» porque no se aplica a «las multinacionales extranjeras que a nivel grupo obtienen grandes beneficios, pero pocas ventas en España».

También le piden «certidumbre». En su opinión, «no puede que ser que no se nos haya tenido cuenta para la revisión prevista al término de los dos primeros ejercicios inicialmente previstos de vigencia, deberían haber reunido al sector». Se recuerda que la negociación de esta modificación sólo acaeció a nivel político. El PSOE y Sumar, siguiendo de forma escrupulosa el pacto de investidura firmado entre ambas formaciones, obligaron a Calviño a no cambiar de parecer a final de año y aprobar la prórroga del impuestazo.

La vía más real es que se logre aprobar alguna «desgravación» que las energéticas puedan contabilizar este mismo ejercicio. Es decir, que aunque ahora en febrero paguen una cantidad ingente por el impuestazo, puedan netearlo con el segundo pago a la vuelta de verano, en septiembre.

En el sector no convence que el impuestazo continúe como «incentivo para la inversión», tal y como la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, apostilló la semana pasada.

La Justicia sigue sin pronunciarse

Por su parte, la Audiencia Nacional sigue sin pronunciarse sobre el recurso contencioso-administrativo interpuesto por las grandes eléctricas. En concreto, por Iberdrola, Endesa y EDP. Expertos fiscalistas explican que el daño para el bolsillo del fisco español sería «terrible» en caso de que se debiese, en su caso, proceder a «devoluciones por ingresos indebidos».

Ahora, comienza la cuenta atrás. Quedan tres días para el inicio del plazo de presentación del impuestazo. Un importe que en 2023 supuso 1.454 millones por el pago anticipado correspondiente al 2022 y que este 2024, sólo el pago anticipado a cuenta del ejercicio 2023, podría llegar a ascender hasta los 800 millones de euros. Las energéticas, a diferencia de la banca, sí tienen algún halo más de esperanza porque el impuestazo sea modificado por el Gobierno en su favor, «pero quizás abran la mano después del primer pago».