El traspaso de competencias a CCAA ha elevado en un millón el número de funcionarios desde 1987
Este martes, Juan Rosell, presidente de la CEOE, presentaba el informe El traspaso de competencias en el sector público. El panorama que pinta no puede ser más desolador. España no ha aprovechado este traspaso para hacer una Administración pública más eficiente sino más bien todo lo contrario. Con la prudencia que caracteriza al máximo responsable de la patronal se ha limitado a destacar, a preguntas de OKDIARIO, que se podía haber recortado más el empleo tras el traspaso de competencias del Estado a las Comunidades Autónomas.
El Estado contaba en julio de 2015 con 531.324 empleados, que suponen el 20,9% del total de las administraciones. Las administraciones locales suponen el 22,7% del empleo público total, aunque el mayor porcentaje es el de las CCAA (50,5%) pero con la Sanidad y la Educación transferidas.
El mencionado estudio recuerda que el proceso de transferencias en la Administración española comenzó a finales de los setenta y comienzos de los ochenta. En aquella época el número de funcionarios en la Administración Estatal y la Seguridad Social era de unas 800.000 personas, mientras que las Comunidades tenían la mitad de empleados.
Ahora el empleo en las Comunidades se ha multiplicado por cuatro para hacer lo mismo que antes realizaba el Estado superando los 1,6 millones de trabajadores públicos. De esta forma, el número de trabajadores en la Administración Estatal y en la autonómica se ha incrementado en más de un millón de personas desde 1987 especialmente hasta el año 2011, en el que sí se refleja un frenazo. Una tendencia que ya comenzó a partir del año 2000.
Cierto es que nuestra población se ha incrementado de aquella época hasta tiempos recientes, pero no por cuatro, como sí ha ocurrido con el empleo público. Es tan manifiesta esta situación que el propio presidente de la CEOE ha afirmado que a lo mejor, «las nuevas mayorías parlamentarias ayudan a reformar, por tanto recortar, el volumen de la Administración en la que se siguen dando duplicidades pues muchas de las transferencias realizadas a las CCAA no han hecho que sus puestos desaparezcan totalmente en sus homólogos de la Administración central».
Endurecer la figura del funcionario
Rosell ya ha manifestado que no quiere que desaparezcan los funcionarios, sino que se endurezca el acceso a esta figura, por lo que recomienda restringir el número de empleados públicos. Casos como el del INEM, que sólo ocupa al 3% de los desempleados, o la FP demuestran el fracaso en el traspaso de estas competencias que se ven compensadas con lo bien que funciona por regiones la Agencia Tributaria.
Preguntado sobre si la Administración Pública está sobredimensionada en España remitió a los informadores a un próximo estudio sobre esta materia que realizará CEOE. Lo que sí dijo es que hay Comunidades que han manifestado su intención de que determinadas transferencias vuelvan al ámbito Central pues no aprecian que puedan ofrecer mejor calidad en la prestación de determinados servicios.
También llama la atención cómo, aunque Cataluña lidera las transferencias recibidas tanto por número como por antigüedad, siga habiendo quienes ofrecen nuevas fórmulas para organizar las Comunidades cuando realmente ya no hay margen de maniobra para ceder en nada más.
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