El 75% de las empresas que reciben dinero del Banco Mundial para invertir en África utiliza paraísos fiscales
Tres de cada cuatro, o si lo prefieren el 75% de las empresas que invirtieron en el África Subsahariana, la parte más pobre del continente negro, con fondos del Banco Mundial tienen cuentas en paraísos fiscales. Así lo denuncia la ONG Intermón Oxfam que recuerda que el año pasado 51 de las 68 empresas que decidieron invertir en estos países en desarrollo, respaldados por la financiación del Banco Mundial, han aparecido en lo que ya se conoce como los «papeles de Panamá». Para esta Organización No Gubernamental se da la paradoja de que haya gente que por un lado traten de reducir la pobreza en unas regiones a costa de fomentarla en otras por la vía de la evasión fiscal.
Y es que comprobando dichos documentos sacados a la luz por periodistas de investigación a nivel internacional se observa que el 40% de los clientes que cooperaron con la filial de inversión del Banco Mundial (llamada Corporación Financiera Internacional) para trabajar en las zonas más pobres de África ha mantenido relaciones con Panamá. Porque en el informe de Intermón Oxfam se manifiesta que en los últimos 5 años, la CFI, en vez de perseguir a los que se aprovechan de las ventajas de utilizar paraísos fiscales, ha duplicado sus inversiones en esas sociedades pasando de 1.200 millones de dólares en 2010 a 2.870 millones el pasado ejercicio.
Para intentar evitar estas prácticas, esta Institución ha pedido que las empresas que trabajan con el Banco Mundial informen «de manera desagregada y pública sobre los lugares en los que desarrollan su actividad, los beneficios que generan y sobre todo, los impuestos que pagan». Un guante que se ha dado prisa en recoger la Comisión Europea pues se debatirá esta misma semana en el Parlamento Europeo en Bruselas. Pues hay muchas empresas europeas involucradas en esto.
También se pide desde esta ONG que tanto el Banco Mundial como el FMI, que al final manejan los fondos que les aportan los países miembros, se trabaje para llevar a cabo «una reforma del sistema fiscal internacional que ponga fin tanto a la elusión como a la evasión fiscal de grandes empresas y grandes fortunas». Para ello, prosigue Intermón, habría que exigir al CFI que se implanten nuevas medidas que garanticen que sólo se invierte en empresas con un comportamiento fiscal responsable.