Elecciones del 10N

Una decena de las 35 promesas del programa del PSOE engordarían aún más el gasto público

PSOE
Pedro Sánchez presenta el programa del PSOE

Una decena de las 35 promesas electorales del «microprograma» que ha avanzado el PSOE de Pedro Sánchez de cara a las elecciones del 10 de noviembre implicarían que se dispare el gasto público en España, en un momento en el que la deuda pública sigue rondando el 100% del PIB y en el que los analistas desconfían de que vaya a cumplirse con la reducción del déficit público prometida.

Entre las propuestas que provocarían que se eleve el gasto público sensiblemente se encuentra, en primer lugar, la actualización de las pensiones con el IPC. Esta iniciativa haría que a final de año se produzca un incremento del gasto en pensiones significativo, a pesar de que la Seguridad Social ya se encuentra en déficit y afronta problemas estructurales a largo plazo como el envejecimiento de la población. Los economistas consideran que este paso es temerario.

Por otro lado, el PSOE plantea la equiparación del permiso de paternidad y el de maternidad, lo que también implicaría un fuerte incremento del gasto público.

Otra de la medidas es que haya un «ingreso mínimo» para todas las personas, una propuesta que lanzó Podemos por primera vez y que el PSOE ha acogido en algunos de sus últimos programas electorales sin que, en la práctica, se haya puesto en marcha.

El PSOE también pretende dar ayudas al alquiler de los jóvenes, la eliminación progresiva de todos los copagos sanitarios, la atención bucodental sanitaria gratuita y la atención en salud mental en los hospitales públicos. Estas tres últimas medidas no pondrían en peligro las cuentas del Estado central, ya que la salud está en manos de las comunidades, pero pondrían en jaque la estabilidad financiera de las regiones si no se encuentran nuevos recursos para financiarlas.

Asimismo, los socialistas dicen que no habrá cortes de luz, agua y gas por impagos en el caso de que las familias vivan una situación vulnerable, una medida que sólo se puede pagar de dos formas: con dinero público o cargando los impagos contra las empresas que prestan estos servicios.

Asimismo, Sánchez quiere que las guarderías de 0 a 3 años sean gratuitas y un incremento de la inversión educativa, propuestas positivas pero que también tendrán que ser sufragadas por las arcas públicas.

Eso sí, Sánchez pretende la cuadratura del círculo: más gasto público y controlar al mismo tiempo el déficit. Eso es lo que, al menos, se detalla en su propuesta número 21: «Defendemos una responsabilidad fiscal para un crecimiento sostenible. Proseguiremos el proceso de reducción del déficit y la deuda pública, de forma compatible con el mantenimiento del crecimiento económico, con el fin de garantizar la estabilidad financiera, la justicia intergeneracional y la sostenibilidad a medio y largo plazo de nuestra economía. Reforzaremos los instrumentos de evaluación del gasto y las políticas públicas para mejorar la eficiencia en la gestión, reorientar los recursos públicos hacia aquellas políticas prioritarias y aumentar así el impacto económico y social de los presupuestos».

Más cargas para las empresas

Pero si el PSOE gobierna con sus 35 principios como hoja de ruta, no sólo habrá más gasto público. También más cargas para las empresas. El programa electoral socialista plantea una subida del SMI hasta 1.200 euros que implicarían más gasto para las compañías españolas, que se deroguen los aspectos más lesivos de la reforma laboral, subidas de impuestos medioambientales y una nueva Ley que regule los usos del tiempo y la racionalización de los horarios (que se sumaría al control de la jornada que ya se ha puesto en marcha durante el mandato de Sánchez).

Los socialistas también proponen que haya un porcentaje obligatorio de la electricidad producida con energías renovables en el futuro (el 100% en 2050) y que en 2040 los vehículos no emitan CO2, lo que en la práctica implica un fuerte golpe para el sector de la automoción.

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