El consejo de El Corte Inglés nombra un número dos para restarle poder a Dimas Gimeno como adelantó OKDIARIO
El Consejo de Administración de El Corte Inglés, celebrado hoy en Madrid, ha decidido nombrar Director General de retail (compras, ventas y marketing) a Víctor del Pozo Gil, ejecutivo vinculado al grupo de grandes almacenes desde hace más de 25 años, tal y como adelantó OKDIARIO. Un puesto que no deja de ser un eufemismo, toda vez que, aunque no se llama ni ‘consejero delegado’, ni ‘presidente ejecutivo’, hará las veces de número dos.
Fuentes del consejo han explicado a OKDIARIO que Víctor del Pozo ha sido promocionado en los últimos meses para ocupar este cargo por las hijas para que, de este modo, ellas controlen la labor de su primo, Dimas Gimeno.
Víctor del Pozo Gil (Madrid, 1966) es economista, ingeniero informático, MBA por el Instituto de Empresa y PDG por el IESE. Hasta el momento era subdirector de Compras. En diciembre de 2016, Del Pozo fue nombrado Patrono de la Fundación Ramón Areces.
OKDIARIO ya advirtió de que las aguas corrían revueltas en el seno del consejo de administración de El Corte Inglés, donde existe una guerra de poder para acabar con la independencia en la gestión del presidente, Dimas Gimeno, capitaneada por las hijas del fallecido Isidoro Álvarez: Marta y Cristina Álvarez Guil. Las herederas del imperio familiar estudiaban, como adelantó este periódico, el nombramiento de un consejero delegado o vicepresidente ejecutivo que fiscalice la labor del presidente y que controle la gestión del gigante de la distribución. Finalmente no llevará ese nombre, pero las funciones de del Pozo serán exactamente las mismas que las de un consejero delegado.
Así lo han confirmado fuentes cercanas al consejo de administración a OKDIARIO, que constatan que la guerra de poder es un hecho y que “la intención de las hermanas Álvarez de controlar la labor de su primo es un tema que viene de lejos”. De hecho, se llegó a apuntar incluso a la posibilidad de que en lugar de nombrar a un solo consejero delegado las herederas designaran a dos personas de confianza para tomar el control de la compañía, aunque al final no ha sido así.
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