¿Cómo invertir en marca personal?
La marca es uno de los elementos diferenciadores más importantes que existen. Cuando distintas empresas ofrecen productos muy similares, la única forma de conseguir la diferenciación deseada es mediante la vinculación a la marca de una serie de valores que se compartan con el público objetivo. Por lo tanto, todo emprendedor que empiece su actividad es imprescindible que invierta en marca personal. En ese sentido, hay que tener en cuenta que entrará en un mercado donde existen empresas que ya tienen consolidada una determinada imagen. Así pues, la tarea se presenta aún más difícil.
¿Cómo generar esta marca personal?
Las tareas que debe de realizar todo aquel que quiera construir la marca personal son las siguientes:
· Conocer las preferencias y valores del público objetivo: la empresa debe de averiguar aquellos puntos que satisfacen las necesidades del cliente y, además, cuáles son aquellos aspectos referentes a su pensamiento, estilo de vida o percepción del entorno con los que se siente más identificado.
· Escoger unos pocos puntos en los cuales se quiera marcar la diferencia: del conjunto de preferencias mostradas por el público objetivo, hay que escoger aquéllas que son más valoradas y que, realmente, suponen una diferenciación. Hay que afinar a aquellos aspectos más relevantes, no mostrar mensajes muy cargados que acaban provocando que el público no sea consciente de qué se le está transmitiendo.
· Mantener un contacto constante con el público: hay que contestar todas las preguntas, sugerencias u opiniones que lleguen por parte del público objetivo. Uno de los aspectos que más valoran los clientes es el hecho que se esté atentos a ellos. En el fondo, quieren sentirse únicos y recibir un trato cada vez más personalizado. Por lo tanto, para poder satisfacer estas exigencias, hay que responder con rapidez y de una forma satisfactoria todas las cuestiones. Ahora bien, hay que mantener siempre una línea y coherencia. No para satisfacer a alguien se le responderá algo opuesto a otra persona. En caso de hacerlo, hay el riesgo que interactúen y que, finalmente, se pierdan los dos segmentos como clientes.
· Utilizar las redes sociales: son el vehículo de contacto y transmisión con el cliente más rápido que existe.
· Crear un logo sencillo pero atractivo: puede parecer secundario, pero no lo es. El logo es la primera imagen que llega a la cabeza de toda persona y, a partir de ella, se hace una primera idea o impresión sobre cómo será la empresa. Se recomiendan logos que sean fáciles de reproducir y sin sobrecargas. El ejemplo más claro de logo exitoso pero sin estridencias en su composición es el de Nike.
· Patrocinar eventos: no solamente hay que transmitir los valores, también hay que actuar de acuerdo a ellos y que el público lo sepa. Para ello, la imagen de la empresa debe aparecer en aquellos espacios que puedan ser de interés y relevancia para los clientes.