La CNMC aplaza por segunda vez su decisión sobre la OPA de BBVA a Banco Sabadell
Tras el veredicto de la CNMC, el Gobierno también podría imponer nuevas condiciones a BBVA en la operación


La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha decidido retrasar por segunda vez su dictamen sobre la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por BBVA para hacerse con Banco Sabadell. El organismo supervisor no ha logrado alcanzar una resolución este miércoles, a pesar de haberse reunido la sala de Competencia, órgano encargado de emitir la decisión final sobre la operación. Siguen, en todo caso, valorando la operación a estas horas.
La Sala de Competencia tenía previsto reunirse el pasado lunes, pero la cita fue cancelada a última hora a causa del apagón general que afectó a gran parte de la península Ibérica. La sesión de este miércoles sí pudo celebrarse, aunque no culminó con una resolución definitiva. Por eso, siguen trabajando en ello.
La OPA de BBVA sobre Sabadell se encuentra actualmente en fase 2 del análisis de Competencia. En noviembre de 2024, la CNMC decidió ampliar el escrutinio de la operación al detectar posibles riesgos en los mercados de crédito a empresas y en el segmento de adquirencia (la actividad relacionada con la gestión de pagos con tarjeta). Desde entonces, el supervisor ha mantenido conversaciones con BBVA, que ha presentado una serie de compromisos con el objetivo de obtener el visto bueno.
A día de hoy, la CNMC estudia si esos compromisos son suficientes para mitigar los riesgos detectados, si deben endurecerse o si, en última instancia, procede bloquear la operación, una opción que, según diversas fuentes, se considera poco probable.
Si finalmente se aprueba la OPA (ya sea con condiciones o mediante compromisos voluntarios por parte de BBVA), la pelota pasará al tejado del Ministerio de Economía, que dispondrá de un plazo de 15 días para decidir si eleva el asunto al Consejo de Ministros. Este último órgano tendría otros 30 días para pronunciarse, pudiendo exigir medidas adicionales a BBVA en materias ajenas a la competencia, como el empleo o la inclusión financiera.
De superar también ese último filtro, se abriría finalmente el plazo de aceptación por parte de los accionistas de Sabadell, que serían quienes tendrían la última palabra sobre la fusión.