La ciudad de Nueva York pide a Wall Street que eleve los ‘bonus’ a los ejecutivos
En España podría sonar extraño pero en la tierra de la libertad y las oportunidades cuando hay un problema lo afrontan directamente. Así Thomas di Napoli, controller of the New York State, el equivalente al presidente del Tribunal de Cuentas en nuestro país, ha querido compartir con los medios de comunicación los peligros de la caza de brujas que lleva a cabo el presidente Obama contra Wall Street.
Tras la caída de Lehman Brothers, el presidente estadounidense decidió poner coto a lo que ganaban los financieros para evitar desmanes. Algo que ha motivado que los otrora millonarios bonus por objetivos que se daban en esta industria, se hayan ido moderando.
Los presupuestos del Estado de Nueva York dependen en gran medida del sector financiero
De hecho, y según comentó el propio Di Napoli, el bonus medio en la cuna del liberalismo económico cayó en 2015 un 9% de media hasta situarse en los 146.200 dólares. Se trata de la cifra más baja de los últimos tres años pues las sociedades de valores en general han cosechado una caída de beneficios acorde con estos parámetros.
El italoamericano destacó que este descenso refleja el complejo año vivido en los mercados financieros. Unas circunstancias que parece que no amainan debido al estado de la economía mundial y que podría hacer que 2016 fuese otro pésimo año para los trabajadores de esta industria. En 2012 se cobraban 142.860 de media en los incentivos de los brokers, traders, operadores y toda la gente que vemos en las pelis americanas.
Por este motivo, el controller ha decidido elaborar un informe anual sobre Wall Street en el que se dice que se han alcanzado niveles de bajos salarios comparables con 2011 aunque el sector aumentó el pasado año un 2,7% el empleo hasta alcanzar los 172.400 puestos de trabajo.
La parte más curiosa del informe es en la que se recuerda que tanto los presupuestos del Estado de Nueva York como los de la propia ciudad dependen en gran medida de este sector por lo que advierte de que «unas ganancias más bajas podrían significar un menor número de empleos y menos ingresos fiscales».
Analistas que han trabajado en Wall Street recuerdan a OKDIARIO que en los mejores momentos de la Ciudad, en lo que al sector financiero se refiere, en restaurantes como Le Cirque o El Dorsia se pedía mesa para comer o cenar con 3 años de antelación pues estaba todo ocupado. En las discotecas más trendy pasaba lo mismo, si no conseguías pases VIP estabas muerto.
Los sastres tenían tal volumen de trabajo que mandaban a los oficiales a tomar las medidas de los clientes en las propias oficinas pues no había tiempo para nada. Los fines de semana las limusinas se agotaban, el precio de los apartamentos no dejaba de crecer y así con todo. Hasta el punto de que muchos ya decían que Nueva York era la capital del mundo si tenías dinero.
Todos los barrios deprimidos se iban ennobleciendo con la llegada de bohemios millonarios que querían estar en la Gran Manzana. Lo que hacía que aquellos con talento pero sin posibles económicos tuvieran que emigrar pues allí sólo podían vivir en un zulo y alimentarse de perritos calientes.
¿Se imaginan a una autoridad pidiendo que no se bajen más los sueldos en un sector de ricos? En Estados Unidos ocurre.